Los dos equipos de fútbol más importantes de Andalucía, el Sevilla FC y el Real Betis, se encuentran en pie de guerra. El Sevilla ha roto oficialmente sus relaciones institucionales con el conjunto verdiblanco, después de que una denuncia del Betis a los distintos Comités federativos provocó que Juanlu, Issac y Carmona, jugadores del Sevilla, no pudieran jugar el último partido ante el Celta, que tenía además un peso emocional adicional al ser la despedida de Jesús Navas. El Comité de Conducta castigó a los futbolistas por mostrar una bandera de los Biris (grupo radical sevillista) en los que se apreciaba un escudo del Betis tachado. Aquellos hechos tuvieron lugar el 6 de octubre, en el derbi entre el Betis y el Sevilla, y donde estos últimos se impusieron por 1-0.

 

"Los símbolos no se tocan", explicaba el presidente bético, Ángel Haro, para explicar la denuncia. El Sevilla, por su parte, ha respondido con un comunicado: "El Sevilla FC, a la luz de la denuncia del Real Betis Balompié que provocó que tres de sus jugadores, Isaac, Juanlu y Carmona, fueran suspendidos en el partido ante el Celta de la pasada jornada, quiere comunicar que ha decidido cortar las relaciones con el Real Betis Balompié, pues no entendemos que tales relaciones puedan seguir vigentes cuando los dirigentes de la entidad verdiblanca han buscado deliberada y conscientemente el daño de nuestro club. Ese, y no otro, hacer daño y perjudicar deportivamente al Sevilla FC, era el objeto de denunciar comportamientos extradeportivos ante tribunales de competición. Consecuencias que bien conocían en la entidad verdiblanca".

El mensaje, de severa contundencia, carga especialmente contra la directiva del otro club de la ciudad hispalense. Desde el Betis, por su parte, son dos las personas que toman las decisiones: el presidente Ángel Haro y el vicepresidente José Miguel López Catalán. "El Sevilla entiende que el comportamiento de los dirigentes del Real Betis Balompié denunciando la celebración de los jugadores sevillistas y haciéndolo además ante los organismos federativos y no ante la Comisión Antiviolencia rompe un importante código y sienta un peligroso precedente, ya que busca castigos deportivos a través de hechos no deportivos", se defienden por su parte.

"Todo se hubiera resuelto con una llamada después del derbi. Insisto, los símbolos no se tocan y nosotros no denunciamos, sino que pusimos a disposición del comité unas imágenes donde se atacaban nuestros símbolos. Además, no sé muy bien qué es romper relaciones", ha afirmado el propio presidente bético, Ángel Haro, que asegura estar únicamente defendiendo el honor del club al que representa.

A las puertas del 'derbi chico' y con un historial difícil

Por otra parte, el próximo viernes se juega en Sevilla el denominado derbi chico, un encuentro entre los filiales de ambas entidades, el Betis Deportivo y el Sevilla Atlético, ambos en la categoría de Primera Federación. En este partido no habrá representación sevillista en la ciudad deportiva Luis del Sol.

Las relaciones entre el Sevilla y el Betis han pasado por distintas etapas a lo largo de su larguísima historia. La situación fue muy complicada con las presidencias de Manuel Ruiz de Lopera y de José María del Nido a principios de siglo, mientras que en la última década, la cordialidad volvió a imponerse con de Haro en el Betis y José Castro en el Sevilla. 

Sin embargo, un hecho muy concreto volvió a cambiar este rumbo: el derbi del palo, de la Copa del Rey, jugado en enero de 2022 y que se saldó con la clasificación bética (el conjunto verdiblanco se proclamó campeón en aquella edición) después de que el partido fuera suspendido por una agresión a Jordán. El Betis entendió que el futbolista simuló la lesión aconsejado por los dirigentes del Sevilla para que el encuentro, en ese momento empatado, quedara suspendido y se diera el pase al Sevilla. Efectivamente, la Federación aplazó el tiempo restante del partido al día siguiente y el Betis se clasificó. Desde aquel momento, las chispas no han dejado de saltar en todos los encuentros de ambos conjuntos, llegando hasta la situación actual.