La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene para este jueves 23 de septiembre las alertas por fuertes lluvias y tormentas en el sur de Extremadura y Andalucía occidental, así como en toda la costa este del país (entre la provincia de Alicante y la de Barcelona) y Baleares.

De hecho, los expertos han decretado el nivel naranja por fuertes lluvias y tormentas en hasta ocho comunidades autónomas. Para el viernes, el tiempo no mejora y seguirá siendo una jornada para parte del litoral sur de Valencia, Galicia, Navarra, la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, el norte de Extremadura y parte de Casilla y León por riesgo ante las lluvias. Ante estas previsiones, conviene preguntarse si se pueden prevenir las inundaciones. 

Gobernanza del Agua

Para contestar esta pregunta conviene recordar la Iniciativa de Gobernanza del Agua (WGI en sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que en 2019 creó una lista de verificación cuyo objetivo era servir de patrón para guiar a los gobiernos y las partes interesadas a la hora de diseñar, implementar y evaluar sus políticas, prácticas y proyectos relacionados con la gestión de las inundaciones. Esa lista se analizaba en detalle en el informe ‘Aplicación de los Principios de la OCDE sobre la Gobernanza del Agua en Inundaciones’, publicado tras la última reunión de la WGI, celebrada en junio de 2019 en Berlín.

Reunion Berlin Iniciativa Gobernanza del Agua

A través de esta lista, se evalúa el estado de los marcos de políticas de gobernanza de inundaciones (qué), la existencia y funcionamiento de las instituciones (quién), las herramientas de gobernanza vigentes (cómo) y, por último, el impacto de las actuales políticas. La idea es que sirva a los responsables de la gestión de inundaciones a comprender mejor cómo funcionan los sistemas de gobernanza de inundaciones a nivel local, de cuenca y nacional, con el fin que puedan estar más preparados a la hora de tomar decisiones. La lista de verificación se puede aplicar en todas las escalas de gestión del agua (ciudad, cuenca, región, país) y está concebida como una herramienta de autoevaluación voluntaria.

"Las inundaciones, el desastre natural más común que sufre nuestro planeta, son cada vez más frecuentes y extremas como consecuencia de la crisis climática, el crecimiento demográfico y la urbanización", recuerda Mariola Urrea, presidenta del Consejo de Estrategia de Fundación Aquae, que forma parte de esta red mundial de expertos del agua. "En la actualidad hay 1.200 millones de personas en riesgo de sufrir inundaciones. Vale la pena tener presente cómo las inundaciones provocan, en la mayoría de los casos, graves daños sociales, económicos y ambientales. China, India y Vietnam son los países que cuentan con mayor riesgo potencial de inundaciones urbanas", alertó.

En España, unas 700.000 personas viven en zonas de alto riesgo de inundación

En 2050 se prevé que sean 1.600 millones (20% de la población mundial) las personas que se encuentren en riesgo de sufrir inundaciones. En nuestro país, unas 700.000 personas viven en zonas de alto riesgo de inundación. Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, las zonas más expuestas son la región de Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid.

Se estima que el daño anual por inundaciones en el mundo supera los 90.000 millones de euros, una cifra que en España se sitúa en los 800 millones de euros, según el Consorcio de Compensación de Seguros y el Instituto Geológico y Minero de España. Un dato particularmente interesante a tener en cuenta: en nuestro país, las inundaciones son la primera causa de muerte por desastres naturales (361 personas han fallecido desde 1995, según el Ministerio del Interior).

27 casos de estudio de gestión de inundaciones

El informe de la WGI aplica los 12 Principios de la OCDE para analizar 27 casos de estudio de gestión de inundaciones en países miembros y no miembros de la OCDE, entre los que se encuentran dos casos españoles: la restauración hidrológica para minimizar el riesgo de inundación en la confluencia de los ríos Arga y Aragón (Navarra) y la gestión de las inundaciones en Granada.

«Estos casos objeto de estudio representan experiencias muy útiles que sirven para extraer buenas prácticas en la gestión de las inundaciones. Los citados estudios permitirán también analizar características comunes a todos ellos; así como identificar los desafíos clave en los acuerdos de gobernanza de estos desastres naturales», señala Urrea.

Según la WGI, para gestionar las inundaciones adecuadamente nos debemos centrar en las infraestructuras “híbridas” (“grises” como diques, presas o terraplenes y “verdes” como colectores de lluvias, estanques de retención o parques urbanos inundables) y en la gobernanza (planificación adecuada del uso del agua y la tierra).

Tras analizar estos 27 casos, la WGI recomienda la autoevaluación de la gestión de las inundaciones para mejorar lo que no funciona y promover el enfoque de la gobernanza multinivel. Además, anima a los gobiernos a que traten la crisis climática y la gestión de las inundaciones como ámbitos de política complementarios; y a promover la participación de todas las partes interesadas en la elaboración de políticas, estrategias y planes integrales a largo plazo dentro de un enfoque integrado de cuencas.

Otra recomendación es que los gobiernos diversifiquen sus fuentes de financiación y que fomenten los pagos por los servicios de los ecosistemas, la cooperación internacional para el desarrollo, los planes de cofinanciación y unos sistemas de seguros sólidos; y mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno (local, regional, de cuenca y nacional). «La cooperación multinivel es clave para gestionar las compensaciones, compartir información y coordinar a los usuarios aguas arriba y aguas abajo. Dos ejemplos: el trabajo de los comités fluviales en Valonia (Bélgica) y la ampliación del ámbito de aplicación de la gestión municipal de inundaciones en Francia», indica Mariola Urrea.