El Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada ha anulado el nombramiento del médico Jesús Candel, mas conocido como Spiriman, que se encuentra de baja médica tras padecer un cáncer. En la resolución del pasado 4 de mayo, el centro que depende del Servicio Andaluz de Salud, anuncia que deja sin efecto el nombramiento “por encontrarse en situación de incapacidad temporal y no poseer la capacidad funcional necesaria”.

La resolución alude a la baja médica del facultativo para explicar que no puede desempeñar su labor como médico de familia y de urgencias. El polémico Spiriman está recibiendo un tratamiento contra un nuevo cáncer que se le detectó en el hígado después de anunciar en febrero de este año que había superado el adenocarcinoma de pulmón que desembocó en metástasis de sus huesos y órganos.

El pasado martes, Candel reveló a sus seguidores en redes sociales que “hace unos días firmé un contrato de seis meses en el hospital Clínico de Granada tras cesarme el SAS de un contrato indefinido”. Spiriman se puso en contacto con su “gerente, dirección médica y jefe de servicio” porque necesitaba “reubicarme de puesto laboral” como otros sanitarios como consecuencia de las pruebas y el tratamiento “por el cáncer que padezco”.

En su mensaje, el polémico médico granadino revelaba que “tenía ilusión enorme en volver a trabajar estos días”. Sin embargo, cuando fue a recoger a sus hijos recibió una llamada del hospital “y de la forma más fría y cruel me han notificado que recibiría esta notificación por mail referente al cese de mi contrato a causa de mi enfermedad y de mi incapacidad” para desempeñar sus funciones de médico de urgencias.

Desde el SAS explican que la decisión adoptada por la gerencia del Hospital no implica una “rescisión” del contrato, sino que “no se ha materializado al no poder firmar un nombramiento estando de incapacidad temporal”. Sentencian que Spiriman “tiene una oferta desde el 1 de mayo y al estar de incapacidad temporal no posee la capacidad funcional para el desempeño por lo que no procede la materialización del mismo”.

El SAS subraya que una persona de baja “no puede estar en activo” en el Sistema Sanitario Andaluz entre tanto y resaltan que esta normativa es de “obligatorio cumplimiento”. Sin embargo, Spiriman aporta otra versión más conspiranoica y vincula esta decisión con un despido. “Nadie de ese hospital hará nada por remediarlo y sólo se oirá el susurro de la indignación de unos pocos profesionales por los pasillos y en la cafetería”, alega.

Candel, por último, vincula su salida “por la puerta de atrás” a que “era muy molesto allí dentro”. “No hace falta más personal en la Sanidad Pública. Lo que hace falta es que hagan bien su trabajo, dejen de tragar y callar y no permitan que los ‘apesebrados’ se salgan con la suya”, concluye.