Llega la Semana Santa y ya huele a torrija. Que el confinamiento no te prive de este delicioso y tradicional dulce de Pascua. ¿Cómo hacer unas torrijas caseras de forma sencilla?

Es necesario pan, leche, azúcar, huevos, aceite y canela. Si quieres bañarlas en almíbar, la gran Simone Ortega, que ha enseñado a cocinar a varias generaciones, recomienda un baño de almíbar elaborado con azúcar, corteza de limón y vino blanco. Si te preocupa la ingesta de demasiado azúcar, puedes reducir las cantidades o utilizar edulcorante.

¿Cómo elaborarlas?

Lo ideal es tener pan de torrijas, pero en tiempos de confinamiento es válido cualquier tipo de pan, incluido el de molde y que no esté demasiado fresco. Se corta en rebanadas con un grosor aproximado de un dedo y las reservas en una fuente un poco honda.

Pones a cocer en un cazo entre 3/4 y 1 litro de leche con tres cucharadas grandes de azúcar y cuando esté a punto de hervir lo viertes sobre el pan ya cortada. Cuanto más fresco esté el pan, menos tiempo tendrá que estar empapándose de leche.

Bates dos o tres huevos para rebozar las rebanadas una a una y las fríes a continuacion en aceite caliente. ¿Qué tipo de aceite es el mejor? Pues depende del gusto, el aceite de girasol, por ejemplo, las deja más doradas y es muy suave. El de oliva aporta más sabor.

Una vez fritas, se sacan con mucho cuidado, para evitar que se rompan y se dejan escurrir un poco. Finalmente se colocan en una fuente y se espolvorean con azúcar. Tienes ya listas unas deliciosas y rápidas torrijas caseras.

El truco para conseguir unas torrijas perfectas es paciencia y evitar que el pan se empape demasiado ya que se romperían. Por eso es mejor hacerlas con pan duro o del día anterior.

Opción para los más golosos: empaparlas en almíbar

En vez de espolvorear con azúcar se pueden empapar en almíbar. Para hacerlo, utiliza medio litro de agua, 125 gr. de azúcar, 1 corteza de limón (o naranja si te gusta más) y dos vasos de vino blanco, a ser posible, de buena calidad.

Tienes que hervir el agua con el limón y el azúcar, y mantenerlo entre ocho y diez minutos. Después le añades el vino y lo dejas cociendo cinco minutos más. Lo dejas reposar y cuando se haya enfriado un poco viertes un cacito sobre cada torrija.

Opción canela

Si te gusta la canela, puedes añadir al almíbar canela en rama junto al azucar y la corteza de limón. También puedes espolvorear canela molida sobre las torrijas una vez acabadas.

¿De dónde vienen la torrijas?

Las torrijas son un postre milenario cuya primera referencia a algo parecido está en una compilación de recetas latinas que hizo Marco Gavio Apicio, un sibarita del Imperio Romano que creó una academia de cocineros. El pan migado con leche, endulzado con azúcar o miel fue muy conocido en el Europa medival y en nuestro país hay documentos del siglo XV que habla ya de torrija o torreja.

La torrija es un plato de aprovechamiento con ingredientes muy básicos que habitualmente tenemos en casa: pan duro, huevos, leche, azúcar o vino. En el siglo XVI fue habitual dar torrijas a las mujeres para que se recuperasen después de un parto. No se sabe cómo llegó a convertirse en un postre de Semana Santa pero es fácil que, dado su gran aporte calórico, se hicieran habituales en Cuaresma.

El caso es que, en estas fechas no pueden faltar en ninguna mesa. Y si quieres una receta más sofisticada, tenemos más. ¡Qué aproveche!