Las personas que consumen tabaco de manera diaria en España han disminuido hasta caer en el mínimo histórico del país de los últimos 30 años. Los fumadores de entre 15 y 64 años han caído ocho puntos porcentuales en 2024 en comparación con 2022, un bajón que en se traduce en un 25,8% con respecto al 33,1% anterior.
Así lo han reflejado los datos de la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2024), que el Ministerio de Sanidad ha publicado este martes. Según ha destacado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, este informe demuestra “que las políticas frente al tabaco que se llevan a cabo en toda España son efectivas”.
El tabaco baja entre hombre y mujeres
Las cifras del informe también indican que la tendencia en la disminución del consumo de tabaco no entiende de género, y ha descendido entre hombres y mujeres de manera proporcional. Ellos fuman más -el 28,9% lo hace a diario-, pero su tasa ha experimentado un descenso de 8,9 puntos porcentuales con respecto al año 2022. Por su parte, ellas han bajado en 5,7: de un 28,3% que lo hacía en cada día hace dos años, ahora es el 22,6% el que asegura fumar a diario.
La franja de edad que fuma con mayor frecuencia es la misma para ambos sexos, la de los 45 a 54 años, con un 31,9% de los hombres y un 26,9% de las mujeres.
El vaper y los cigarros electrónicos ganan popularidad
Sin embargo, el mínimo histórico en los números del tabaco también significa una extensión considerable en el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, incrementando los primeros en 7 puntos porcentuales con respecto hace dos años, es decir, del 12,1 al 19%.
Así como ocurre con el tabaco tradicional, el uso de cigarros electrónicos se encuentra repartido entre hombres y mujeres, aunque con pequeñas diferencias en los hábitos de consumo. Ellos lo prueban más de manera esporádica, y ellas ganan en la encuesta sobre el consumo más reciente.
“Básicamente lo que nos muestra es que hay un grupo de población que sí se está iniciando en el hábito del consumo de tabaco con estas nuevas formas”, ha señalado Padilla durante la presentación del documento este martes
El alcohol es la sustancia más consumida
Por otra parte, mientras el tabaco disminuye, la ‘droga’ más popular entre los y las españolas es el alcohol, que se destaca como la sustancia más consumida en el país de los últimos 12 meses con un 76,5%. Con mucha distancia, la sigue el propio tabaco con un 36,8%, el cannabis con 12,6%, los hipnosedantes con receta o sin ella con un 12%, y por último, la cocaína en polvo, con un 2,5%.
Tal y como resaltan los datos del informe de Sanidad, el 92,9% de la población española de entre 15 y 64 años ha manifestado haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida. Además de ello, “la franja entre 35 y 54 años, más de un 10% de la población dice tener consumo diario de alcohol”, así como ha señalado Padilla, destacando que eso por otra parte indica un descenso en “las borracheras entre la población entre los 15 y los 34 años”.
Los ansiolíticos registran máximo histórico
Con respecto a las drogas ilegales, el cannabis es según el documento la que más consume la población comprendida entre los 15 y los 64 años, de la cuál un 43,7% ha confesado haberlo probado alguna vez a lo largo de su vida. En esta línea, la edad media de inicio de consumo de esta sustancia está establecida en los 18 años, aumentando su prevalencia con respecto a 2022.
Por otra parte, el informe de Sanidad muestra una continuación en la tendencia de consumo de hipnosedantes, los psicofármacos que poseen efectos ansiolíticos y sedantes como el Lorazepam, Diazepam o Clonazepam.
Estas sustancias han registrado su máxima histórica, con un 27,4% de consumidores esporádicos. Por otra parte, el análisis de consumo de otras franjas temporales, como la de los últimos 12 meses, la tendencia desciende en la prevalencia de uso.
Sin embargo, independientemente del tramo temporal analizado, los hipnosedantes siempre son más consumidos por las mujeres, especialmente conforme van cumpliendo mayor edad. Aun así, el total de la población que reconoce haber consumido estas sustancias sin receta es del 4,8%, estableciéndose la edad media del primer uso en los 29,8 años.