Cada verano se produce la misma tendencia: muchas mujeres pasan de la ocupación a la inactividad en esas fechas para poder cuidar de sus hijos. Es la principal conclusión de un proyecto seleccionado en la Convocatoria para incentivar la divulgación de la investigación en ciencias sociales de la Fundación "la Caixa". Los investigadores han analizado este fenómeno que demuestra que en muchas familias la corresponsabilidad está todavía muy lejos de conseguir a partir de los datos de la Estadística de Flujos de la Población Activa (EFPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Entre los años 2010 y 2019, las mujeres que pasaron a la inactividad representaron un promedio de 325.730 mujeres en el tercer trimestre del año, mientras que solo 220.260 hombres tomaron esta opción. Estas mujeres resuelven un problema, el del cuidado de sus hijos, pero a la larga generan un problema mayor: se producen interrupciones laborales en el colectivo femenino y se reduce el salario real y potencial de las mujeres en el mercado laboral español. En el terreno personal, van a tener una menor proyección profesional, un futuro laboral menos seguro y peores perspectivas de salario. Además, esta situación repercutirá negativamente en sus pensiones de jubilación.

Las mujeres que abandonan el mercado laboral están más preparadas que los hombres

Los investigadores destacan también que las mujeres que optan por esta solución veraniega tienen mayor nivel profesional que el de los hombres que pasan de la ocupación a la inactividad.

¿Por qué abandonan las mujeres el mercado laboral? En buena medida, porque se hacen cargo del hogar, de sus hijos y del conjunto de cargas familiares, lo que llega a ser incompatible con el desempeño de sus tareas laborales. Casi cuatro de cada diez mujeres (35,29%) que transitan de la ocupación a la inactividad entre junio y septiembre admiten que lo hacen por este motivo: las cargas familiares. En cambio, solo uno de cada diez hombres (9,5%) justifica el abandono del mercado laboral por motivos familiares.