El comienzo del curso escolar en Zaragoza empezó con una estremecedora noticia: Saray, una niña de 10 años, se intentó suicidar arrojándose desde la ventada de su vivienda. Los padres de la menor alegaron que el colegio Agustín Gericó tenía la culpa al no tomar medidas ante el bullying que esta sufría desde hace un año.

La pequeña ha estado todo el fin de semana ingresada en la UCI del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. En estos momentos, se encuentra recuperándose de una fractura de cadera y una fisura en el tobillo izquierdo, lesiones graves que sufrió al precipitarse por la ventana de su domicilio.

Por el momento, la Policía tiene tres investigaciones en marcha para esclarecer los hechos, aunque el colegio se defiende asegurando que la alumna ha recibido una “especial atención” por estos motivos, pero los padres se adelantaron al interponer este lunes una denuncia contra el centro.

Las pistas sobre el caso de Saray

Por el momento, las pruebas que confirmarían que la menor de 10 años se habría quitado la vida por el acoso escolar que recibía arrojan algo de luz al caso. En primer lugar, Saray escribió una carta de despedida en la que daba a conocer los insultos racistas y las agresiones que le propinaron un grupo de compañeras desde el año pasado. En esta, firmaba el adiós a su familia; incluso llegó a escribir un mensaje a su abuela, que reside en Colombia, con un contenido similar.

“Sudaca de mierda”, “vuelve a tu país” o “puta colombiana” son algunos de los insultos que la menor recibía a diario en el centro escolar, además de agresiones físicas como tirones de pelo o empujones, según relatan sus padres en conversaciones con El Periódico.

Asimismo, y en paralelo con las investigaciones policiales, tanto el Servicio Provincial de Educación como el colegio de la menor han anunciado el inicio de un expediente informativo: “Desde el colegio, se abrirán los protocolos necesarios si fuera conveniente y estaremos a disposición de las instituciones oficiales para colaborar en todo lo que consideren preciso”, reza el comunicado del centro Agustín Gericó.

El caso llega a oídos del Gobierno central

Los terribles hechos de la pequeña Saray también han conmocionado al Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha mostrado su apoyo a la víctima: “Todo mi apoyo a la joven Saray y a su familia en estos momentos tan difíciles. El bullying y el acoso no es un asunto privado ni un caso aislado, es algo muy serio y nos toca a todos y todas trabajar para frenarlo”, ha escrito en sus redes sociales.