En una entrevista con ElPlural.com, el padre Ángel ha asegurado que culpar a la madre del asesinato de Anna y Olivia a manos de su padre es ''una barbaridad'' y afirma que ''las personas que hacen y dicen eso están enfermas y no tienen sentido común''. 

Responde así a las polémicas declaraciones que hizo Fernando Báez Santana, en las que aseguraba que el asesinato de las pequeñas de Tenerife se debe a la "infidelidad" de la madre, Beatriz Zimmermann. En redes sociales, el sacerdote manifestó que el presunto asesino es otra víctima, por el divorcio y "la infidelidad", y llegó a asegurar que las niñas estarían vivas si la madre no hubiera roto el matrimonio. Llega a decir que la madre "recoge lo que sembró".

Ante estas duras afirmaciones, el padre Ángel ha expresado que ''la única explicación a estas palabras es que el padre Báez es una persona que está enferma y hay que curarle''. ''No se puede jugar con el dolor de nadie, ni de los niños ni de las personas mayores. Yo creía que solo los políticos jugaban con la violencia, pero he visto que a veces algunos de los míos han jugado con eso también y me duele'', ha señalado.

Aunque todavía no está confirmado, el presidente de Mensajeros de la paz  ha afirmado que el obispo de la Diócesis de Tenerife ya ha tomado cartas en el asunto y ha apartado al sacerdote canario de sus responsabilidades. ''Lo que tenemos que hacer es pedir perdón por tener a alguien así en nuestra profesión. La iglesia en este caso ha sido rápida. Yo celebro que el obispo haya reaccionado rápidamente, porque a veces no lo hacemos tan rápido'', ha asegurado a este periódico. 

La Fiscalía Provincial de Las Palmas de Gran Canaria ya ha abierto una investigación para comprobar si las palabras del padre Báez merecen ser calificadas como una infracción penal.

Dolor por las niñas

''Nos ha dolido como nada el dolor de estas niñas, y nos sigue doliendo. Desde el primer día que desaparecieron teníamos esperanza''. Eran las palabras del padre Ángel a ElPlural.com sobre el caso del asesinato de las pequeñas Anna y Olivia, del que dice es una de las tantas cosas que hay que lamentar en esta sociedad. 

Sin embargo, el clérigo ha puesto en valor la reacción de la sociedad. ''Antes, y lo digo con mucha reserva, estos casos no le dolía mucho a la gente tanto como nos duele ahora. Estamos más sensibilizados, mucho más que antes, y hay que educar a nuestros hijos y nietos en la fraternidad y el respeto y que hay que acabar con la violencia, venga de donde venga'', defiende el fundador de la ONG Mensajeros de la paz.