Cuando uno piensa en los estereotipos de Alemania lo primero que viene a la cabeza es cerveza. El zumo de cebada resulta un elixir histórico en la cultura germánica y tal es su arraigo que todos los años se celebra un festival alrededor de la cerveza. El Oktoberfest lleva celebrándose en Munich desde 1810 y su origen radica en el enlace del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen, celebrado el 12 de octubre del aquel año.

El festival tuvo tal éxito que se celebró en los años siguientes. En su centenario, la fiesta reunió a 12.000 invitados y se sirvieron 12 millones de litros.

¿Dónde se celebra?

El primer Oktoberfest, coincidiendo con el enlace real, se celebró con una carrera de caballos en Theresienwiese (Prado de Teresa). Se trata de un prado situado al al oeste de la ciudad de Munich y está considerado un lugar emblemático de la capital de Baviera. 

¿Qué cerveza se bebe?

En el Oktoberfest no se bebe cualquier cerveza. Para que pueda ser servida, debe cumplir con la Ley de pureza de 1516, conocida técnicamente como Reinheitsgebot. Se trata de una norma establecida por Guillermo IV de Baviera el 23 de abril de 1516 y marca que la cerveza sólo debe llevar tres ingredientes:  Agua, cebada malteada y lúpulo.

Asimismo, dicha cerveza debe haber sido fabricada entre los límites de la ciudada de Baviera. Solo si cumple estas obligaciones, podrá servida en el Oktoberfest.

Apertura oficial

El inicio del Oktoberfest lo marca la llegada al Theresienwiese de los Wiesnwirte (propietarios de las cervecerías de Munich) quienes junto a los feriantes, dan por comenzado el Oktoberfest. 

Junto a ellos, se desplaza el alcalde de Munich, en este caso Dieter Reiter, y un personaje inspirado en Münchner Kindl, figura que aparece en el escudo de Baviera. Feriantes, maestros cerveceros, carruajes con barriles y bandas de música. Solo queda abrir el primer barril, que se encarga el alcalde de hacerlo.

O 'zapft is!

A las 12:00 horas, el mandatario de Munich es el encargado de abrir el primer barril de cerveza al grito de O 'zapft is! (ya está abierto). 12 cañonazos después, desde la estatua de Bavaria, los maestros cerveceros comienzan a servir las maß (jarras de un litros) repletas del maná. El primer trago corre a cargo del presidente de Baviera. Este año el honor será de Markus Söder.

El resto es de sobra conocido. Litros de cerveza por doquier, desfiles, bailes tradicionales y miles de personas ataviadas con los tradicionalesTrachtenvereine en una fiesta que ha conseguido traspasar fronteras. Y España es un país que ha acogido con gusto el Oktoberfest.