El volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, cumple 67 días en erupción y la principal preocupación este jueves se centra en la previsión de intensas lluvias que se prevén en la parte oriental, que podrían aumentar considerablemente el peso de la ceniza e incrementar el riesgo de derrumbes de viviendas e infraestructuras. Además, en el lado sur del cono se ha abierto una nueva boca eruptiva que expulsa un material más fluido que amenaza urbanizaciones, caseríos y tierras de labranza.

La nueva lengua de lava del volcán tiene una temperatura de 1.024 grados centígrados. El material ha comenzado a fluir en paralelo a la colada 10, pero los expertos del Plan de Emergencias afirmaban esta mañana que todavía hacía falta más información para considerarla nueva colada. Así, a última hora de esta tarde han avanzado que este nuevo centro de emisión provoca la conexión del frente de la colada 10 con la 11, al Sur de Montaña Cogote.

Desde que entró en erupción el pasado 19 de septiembre, el volcán sigue expulsando una importante cantidad de magma y afecta ya a un total de más de 1.100 hectáreas, según el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca). También se siguen recogiendo nuevos terremotos. El último ha sido de magnitud 3,9 mbLG y ha ocurrido en la localidad de Fuencaliente a 14 kilómetros de profundidad a las 18:57 hora canaria, el más intenso de las últimas horas.

El aeropuerto está operativo tras los trabajos de limpieza de la ceniza acumulada, que lo mantuvo cerrado durante cinco días. Pero el viento sigue desplazando la nube de ceniza al este y esto afecta a la actividad de las aerolíneas, entre ellas Binter, que de momento mantiene los vuelos suspendidos.

La actualización de datos del Plan de Emergencias recoge que, de los desalojados por el volcán de La Palma, 513 personas siguen en centros hoteleros, ocho más que el miércoles. De ellos, 441 se hospedan en el hotel de Fuencaliente y 72 en Los Llanos de Aridane. Además, otras 43 personas dependientes continúan atendidas en residencias de La Palma.