Un trabajador de una nave de la localidad de Móstoles, en Madrid, falleció el pasado viernes, según ha informado el sindicato UGT. El hombre fue atendido por los servicios de emergencia cuando su temperatura corporal alcanzaba los 42,9 grados y, tal como han señalado sus compañeros, la temperatura en el interior de la nave pudo alcanzar los 46 grados.

Este trabajador sufrió un desvanecimiento y sus compañeros llamaron al Servicio de Urgencias Médicas de Madrid al comprobar que “le hablaban y no respondía muy bien” antes de que se desfalleciera y empezara a convulsionar. Tal como han informado fuentes de Emergencias a Efe, el SUMMA recuperó al hombre de una parada cardiorrespiratoria tras sufrir convulsiones, lo estabilizó y lo trasladó al hospital Universitario de Móstoles “en estado crítico”.

Los síntomas han sido compatibles con un golpe de calor, siendo así la segunda víctima mortal de las temperaturas extremas después de que en la madrugada del sábado falleciese un operario municipal de la limpieza que fue ingresado el viernes tras sufrir un golpe de calor mientras trabajaba en el distrito de Puente de Vallecas.

Una ola de calor extrema

Madrid, al igual que muchos otros puntos del país, está viviendo estos días una ola de calor extremo. El jueves, día en el que se registró la temperatura máxima, Emergencias atendió otro golpe de calor de un hombre también de 60 años que estaba sentado en la Plaza del Dos de Mayo (Malasaña) y sufrió dos crisis convulsivas que provocaron que quedara con un bajo nivel de consciencia. 

El individuo, en estado grave, presentaba una temperatura corporal de 41,5º y fue trasladado a la Fundación Jiménez Díaz después de ser intubado. Una dotación de Samur-Protección Civil acudió a las inmediaciones y se encontró al hombre inconsciente. El equipo sanitario, ante la situación, aplicó hielo frío en las axilas, ingles y nuca, además de darle suero salino frío.