El fútbol español está de luto. Luis Suárez Miramontes (La Coruña, 1935), el único futbolista masculino español que ha conquistado el Balón de Oro y campeón de la Eurocopa de 1964 con España, ha fallecido este domingo a los 88 años. El Inter de Milán, club con el que fue dos veces campeón de la Copa de Europa y en el que militó gran parte de su carrera, ha confirmado la noticia a través de sus redes sociales.

“El legendario excentrocampista nerazzurro falleció a los 88 años. Despedirnos de Luisito nos deja una profunda melancolía: la nostalgia de su fútbol perfecto e inimitable que inspiró a generaciones se une al recuerdo de un futbolista único y de un gran jugador del Inter. Lo vamos a echar de menos, porque, como predicaba Helenio Herrera, ‘si no sabes qué hacer, dale la pelota a Suárez’”, ha escrito el club nerazzurro en un comunicado.

Un legado eterno en el mundo del fútbol y una inspiración para generaciones posteriores

En el vasto panorama del fútbol, existen nombres que se inmortalizan por sus hazañas y su impacto en el deporte. Uno de ellos es Luis Suárez Miramontes, un talentoso jugador que dejó una huella imborrable en la historia del fútbol. Su habilidad técnica, visión de juego y liderazgo lo convirtieron en uno de los jugadores más destacados de su generación, obteniendo múltiples logros tanto a nivel de clubes como con la selección nacional de España.

Luis Suárez Miramontes, nacido el 2 de mayo de 1935 en La Coruña, España, comenzó su carrera profesional en el Deportivo La Coruña antes de dar el salto al FC Barcelona en 1955. Fue en el club catalán donde Suárez demostró su genialidad, liderando al equipo a cuatro títulos de liga consecutivos y dejando una marca imborrable en la afición culé. Su visión de juego y precisión en el pase lo convirtieron en el conductor del mediocampo, siendo un elemento clave en el estilo de juego característico del Barcelona de aquella época.

Sin embargo, la consagración definitiva de Luis Suárez Miramontes llegó en 1960, cuando se convirtió en el primer jugador español (y único hasta que Alexia Putellas lo emulara en 2021) en ganar el Balón de Oro, premio otorgado al mejor futbolista europeo del año –además, fue plata en dos ocasiones (1961 y 1964) y bronce en 1965-. Este reconocimiento fue el testimonio de su excelencia en el campo, destacando su técnica depurada, su capacidad goleadora y su influencia en el juego de su equipo. Además, fue pieza fundamental en el éxito de la selección española en la Eurocopa de 1964, donde España se coronó campeona y Suárez fue el máximo goleador y el líder indiscutible del equipo.

Tras su exitoso paso por el Barcelona, Suárez emprendió una nueva etapa en su carrera al unirse a la Inter de Milán en 1961 -los 250 millones de liras, el equivalente a unos 200.000 euros actuales, pagados por su fichaje le convirtieron en el traspaso más caro de la historia hasta esa fecha, y en el primer español en ser fichado por un club italiano-. En el club italiano, se convirtió en una leyenda y dejó una marca imborrable. Junto a Helenio Herrera, el técnico argentino, formó parte del famoso "Catenaccio" de la Inter, un sistema táctico defensivo que llevó al club a alcanzar grandes éxitos, incluyendo tres títulos consecutivos de la Serie A y dos Copas de Europa (1964 y 1965). Suárez fue el cerebro del mediocampo interista, exhibiendo su clase y su capacidad para leer el juego. En 1970 abandonó el club milanés para jugar tres cursos más en la Sampdoria, donde se retiró en 1973 a los 38 años.

Siguió conectado con el fútbol desde los banquillos

Después de retirarse como jugador, Luis Suárez Miramontes continuó su carrera en el fútbol como entrenador, aunque en los banquillos nunca llegó al mismo nivel de excelencia al que rayó dentro del verde. Su etapa como entrenador demostró su pasión por el deporte y su habilidad para transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de futbolistas.

Su incursión en la dirección técnica comenzó en el año 1974, cuando asumió el cargo de entrenador del Inter de Milán, el club donde había triunfado como jugador. Bajo su liderazgo, el Inter ganó la Copa Italia en la temporada 1977-1978, demostrando sus habilidades tácticas y su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores.

Posteriormente, Suárez dirigió a otros equipos de renombre, incluyendo el Napoli, el Cagliari y el Como en el fútbol italiano. Si bien no obtuvo títulos significativos durante su etapa como entrenador, se destacó por su enfoque estratégico y su capacidad para desarrollar el potencial de los jugadores jóvenes.

Además de su trabajo en los clubes, Suárez también tuvo la oportunidad de entrenar a la selección nacional de España en dos ocasiones. En 1988, asumió el cargo de seleccionador español, llevando al equipo a participar en la Eurocopa 1988. Posteriormente, entre 1992 y 1993, volvió a dirigir a España en su camino hacia la Copa del Mundo de la FIFA 1994.

El legado de Luis Suárez Miramontes va más allá de sus logros individuales y los títulos que ganó. Su influencia en el juego se ha transmitido a través de las generaciones, inspirando a futbolistas y entrenadores a nivel mundial. Su estilo elegante y su inteligencia táctica lo convirtieron en un referente para muchos jugadores, y su contribución al fútbol español e italiano es incuestionable. Aunque han pasado décadas desde su época dorada, su nombre permanece en la memoria colectiva de los amantes del fútbol y su legado continúa vivo.