Un joven de 22 años ha fallecido en la madrugada de este domingo al ser agredido con un arma blanca en la calle Bravo Murillo, 276, en el madrileño distrito de Tetuán, según ha informado Emergencias Madrid.

A la llegada de Samur Protección-Civil al lugar de los hechos, el joven se encontraba en parada cardiorrespiratoria con una herida en el tórax provocada por el arma homicida.

Los servicios de emergencia, que realizaron una toracotomía bilateral para intentar salvar la vida del joven, se percataron de que la víctima tenía una lesión en el corazón. A pesar de las labores de los médicos durante quince minutos para reanimar al varón, el SAMUR únicamente pudo confirmar su fallecimiento.

Según fuentes oficiales, el joven fue asistido inicialmente de una parada cardiaca de "forma excelente" por parte de efectivos de la Policía Nacional. Después, al llegar los servicios de Emergencias, se procedió a realizarle la mencionada intervención en el tórax, que detectó lesión en ambos lados del corazón con entrada y salida. Ante el fracaso de estos esfuerzos, se declaró su muerte en ese mismo instante. 

 

Aumento de la violencia criminal en Madrid

El 2022 fue un año nefasto para los índices de violencia de la Comunidad de Madrid. La región registró 46 homicidios el año pasado, entre ellos 7 mujeres y una niña que murieron asesinados por violencia de género y 6 fallecidos por reyertas entre bandas juveniles violentas. Se trata de 9 crímenes más que en los pandémicos 2020 y 2021 (37) y 14 más que en 2019 (32).

Un tercio de los fallecidos fueron extranjeros, y un total de 18, mujeres. En cuanto a causas conocidas, además de los asesinatos machistas y de bandas, hubo 4 por reyertas entre indigentes o toxicómanos, 2 ajustes de cuentas y 2 por enfermedad mental, entre otros.

En cuanto a la forma de morir, 16 fueron por puñaladas, 9 por disparos, 3 por golpes, 4 por asfixia, 4 por atropello y 3 por incendio, entre otras.

El último trimestre de 2022, el más sangriento

El 2 de octubre, un venezolano de 19 años murió de un tiro en Alcorcón. Todo comenzó horas antes en una discoteca por la pelea entre dos grupos por tocamientos a una chica. La Policía detuvo a tres personas y, al día siguiente, en Fuenlabrada, un dominicano de 21 años fue asesinado de un disparo a la cabeza en la puerta de una discoteca.

También junto a un local de fiesta, esta vez en Usera, murió apuñalado el 8 de octubre un colombiano de 34 años en una pelea en la que se descartó la presencia de bandas latinas. El 30 de octubre ocurrió el suceso más trágico del año, la muerte de 4 personas en Torrejón de Ardoz, una de ellas menores, como conseucencia de un atropello intencionado. Fueron detenidas tres personas, que habían tenido rencillas previas con alguna de las víctimas.

Ya en el mes de noviembre, un búlgaro de 39 años mató a puñaladas a su pareja de 29 y a la hija común de 6, y la misma nacionalidad, en su vivienda en Móstoles. Tras cometer el crimen, se quitó la vida, dejando un nuevo caso de violencia machista. De la misma manera se catalogó el asesinato de una mujer española de 67 años en Vallecas: su marido la dejó morir durante cinco días, sin prestarle atención ni cuidados tras caerse, pese a que tenía esclerosis múltiple y otras enfermedades.

Por otro lado, el 25 de noviembre la Policía Nacional halló en una vivienda de Madrid el cuerpo sin vida de Milena, la cubana de 20 años vecina de Alcalá que desapareció días antes. Según investigó la Policía, fue asesinada por un hombre con el que había quedado para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, y que tras matarla se suicidó. El 5 de diciembre, un joven español de 15 años murió de un disparo en un parque de Villaverde en una nueva venganza entre bandas juveniles.

En diciembre se conoció un nuevo caso de violencia de género: se produjo tras un incendio registrado en el mes de agosto en una nave industrial, en el que murió una mujer y su novio a manos de la expareja de ella, ya detenida, según determinó la investigación. El año terminó con otro asesinato machista, el de una chica de 20 años apuñalada en un piso de Vallecas por la expareja de su madre, que fue detenido tras autolesionarse, con quien mantenía una relación.