Mongolia ha vuelto a decretar una cuarentena indefinida a raíz de un nuevo caso de peste negra en el país. 

En concreto, la medida afecta a unas 18.000 personas del distrito de Uliastai, en la provincia de Zavkhán, y se toma tras el ingreso hospitalario de un hombre con fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular que había comido carne de marmota una semana antes. En este mamífero suele habitar la yersina pestis, bacteria que provoca la infección de peste.

Este nuevo confinamiento en Mongolia se suma al decretado tras los dos casos positivos registrados en la ciudad de Khovd y, una semana después, el provocado por otro caso análogo en la región fronteriza china de Mongolia interior.

Mongolia acumula así siete personas sospechosas y tres confirmadas de padecer peste negra, enfermedad que puede provocar la muerte en apenas 24 horas si no es debidamente tratada. 

¿Qué es la peste negra?

Se trata de una infección habitualmente transmitida por la picadura de pulgas entre distintos tipos de roedores. Pero es necesario diferenciar la peste negra de la llamada peste bubónica, que afecta a los humanos infectando los ganglios linfáticos en cuello, axilas o ingles. Los síntomas que se manifiestan en las personas van desde la inflamación de esos ganglios linfáticos hasta los calambres musculares, vómitos, gangrena o asfixia. 

Pero también existe la posibilidad de que la infección, a través de la sangre, comience a atacar a los pulmones y a propagarse por vía respiratoria, provocando la peste neumónica, más agresiva y de la que se mantiene especial recuerdo en Europa, donde en el siglo XIV llegó a provocar 50 millones de muertes en un continente muchos menos poblado que en la actualidad. 

La peste negra recibe también su nombre por el oscurecimiento de la piel del paciente en un estadio avanzado de la enfermedad.