Milago en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Una joven española asegura que ha recobrado la vista por un presunto milagro durante el encuentro de jóvenes católicos que el Papa ha presidido la semana pasada en Lisboa. De acuerdo con el relato de la persona, este sábado se levantó por la mañana en la capital de Portugal, viendo "fatal, borroso", al igual que los dos últimos años. Sin embargo, dice, tras rezar a la Virgen y comulgar, habría recuperado la vista. "Me he puesto a llorar en el banco, porque me quería curar y era el último día de la Novena a Nuestra Señora de las Nieves. Cuando he abierto los ojos veía perfectamente", indicaba sobre el supuesto milagro.

La joven, Jimena, de 16 años, que iba a la JMJ con un grupo del Opus Dei, sigue contando en un audio que ha difundido el momento: "He leído la oración que hemos estado rezando para la Novena. Leo un poco lento, pero no se me ha olvidado del todo". Además, ha asegurado que está "supercontenta" y ha explicado que "el 5 de agosto" es su "nuevo cumpleaños".

Al parecer, hace más de dos años, sufrió una pérdida de visión a causa de un problema de miopía hasta quedarse solo con un 5% de visión Según ha indicado a COPE, "no podía usar el móvil, todo a través de audios".

Por ello, ha relatado que decidió rezar una novena a la Virgen de las Nieves, cuya fiesta se celebra el 5 de agosto. "Como justo coincidía con la JMJ, le pedimos a todos los jóvenes que pidieran por mi curación y hoy veo perfectamente. No sé cómo explicarlo", indicaba sobre el suceso.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha contactado por videollamada con la joven. "Demos gracias a Dios, luego tendrán que valorar los médicos si se podía curar, no se podía curar. Pero para la chica eso ha sido un gran evento, digamos milagro. No le daría ni más elocuencia ni menos elocuencia, es un dato bonito", ha indicado Omella este domingo sobre el momento.

Según ha contado el cardenal, le llamó "una monja que conoce a la familia" de la chica y le dijo lo que había ocurrido. "Dije: 'Me parece fenomenal que haya habido un milagro, me dieron el teléfono y llamé a la chica, le dije 'oye, cuéntame qué ha pasado'", ha relatado el obispo.

Un millón de personas

Más de un millón y medio de jóvenes, según el portal oficial del Vaticano 'Vatican News', han acompañado al Papa Francisco este sábado en la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en el Parque Tejo de Lisboa, en Portugal.

El Pontífice llegaba al lugar donde iba a tener lugar este evento central poco antes del anochecer y ha recorrido el recinto en el papamóvil para poder saludar a las multitudes de chicos y chicas que lo esperaban.

Tras un acto en el que no han faltado los testimonios, el canto, el baile, los drones y dos cazas sobrevolando el altar central, el Papa ha pronunciado un discurso en el que ha decidido improvisar para entablar un diálogo con los presentes.

En concreto, el Pontífice ha invitado a los jóvenes a llevar la "alegría" de este evento más allá de Lisboa, y les ha animado a que ayuden a las personas que caen en el camino, advirtiendo de que únicamente es "lícito" mirar a una persona "de arriba abajo" para "ayudarla a levantarse".

"La alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo. Y yo les pregunto a ustedes que están aquí, que han venido a encontrarse, a buscar el mensaje de Cristo, a buscar un sentido lindo a la vida: ¿Esto se lo van a quedar para ustedes o lo van a llevar a los otros? ¿Qué opinan? No oigo", ha enfatizado el Pontífice, invitando a repetir todos juntos "la alegría es misionera".

Durante su discurso, pronunciado en español, el Papa ha precisado que esa "alegría", en referencia a la fe, la tienen gracias a padres, abuelos, amigos, sacerdotes, religiosos, catequistas o maestros. "Otros nos prepararon para recibirla", ha puntualizado Francisco, invitando a los chicos y chicas a guardar unos segundos de silencio para recordar a esas personas. "¿Encontraron rostros? ¿Encontraron historias?", ha preguntado el Pontífice, para añadir que ellos son "las raíces" de su alegría.

En este sentido, ha animado a los jóvenes a que se conviertan, también ellos, en raíces de alegría para otras personas, y les ha advertido de que la alegría no está "bajo llave" ni "en la biblioteca encerrada", aunque les ha aclarado que "hay que estudiar".

"La alegría -ha matizado el Papa- hay que buscarla, hay que descubrirla en nuestro diálogo con los demás, donde tenemos que dar esas raíces de alegría que nosotros hemos recibido".