"Mi hijo ha muerto". Era el mensaje que anoche Tomás López Lamas, alrededor de las 23:00 horas colgó en su muro de Facebook junto a la noticia del descarrilamiento del Alvia en Santiago de Compostela.

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El corto, pero contundente mensaje resume muy bien el horror vivido por los familiares de las víctimas del accidente en el que han muerto 80 personas y otras 32 permanecen en estado crítico, según datos facilitados por la consejera de Sanidad de la Xunta de Galicia, Rocío Mosquera. En este momento hay 95 heridos hospitalizados. En total 168 personas resultaron heridas.

Entre los fallecidos se encuentra el periodista Enrique Beotas y Elena Ausina, una agente de la Guardia Civil con destino en Yunquera de Henares (Guadalajara) y que viajaba a Galicia para pasar el Día de Santiago junto a su familia. Tenía 33 años.

Más suerte otro compañero de la Guardia Civil que había decidido hacer el Camino de Santiago en bicicleta. Había tomado el tren en la última etapa del recorrido y, por suerte, salió ileso, lo que le permitió auxiliar y atender a las víctimas compañeras de viaje desde el primer momento del accidente.

Familiares de las víctimas del accidente ferroviario ocurrido anoche en las inmediaciones de Santiago de Compostela, en el que murieron al menos 78 personas, esperan hoy información sobre el estado de sus allegados, en el edificio empresarial Cersia, habilitado por el Ayuntamiento de la capital compostelana. EFE



Los familiares de las víctimas han pasado la noche más dura de sus vidas en el edificio CERSIA, el espacio que habilitó la Xunta para ellos.  "Esperar, esperar y esperar. Es horrible", lamentaba Reyes Pérez, vecina de Narón (A Coruña) en espera de noticias de su sobrina Nerea, de 26 años. La mujer se quejaba de que las autoridades no les permitían identificar a las víctimas. "Podría estar simplemente inconsciente y a nosotros no nos dejan identificarla", reprochaba.

“¡Esto no me puede estar pasando!”, chillaba una madre, según recoge El País. Su hijo de 20 años viajaba en el fatídico tren.

A las 12:45 de la mañana los equipos de emergencia dieron por concluida la búsqueda de más víctimas entre los restos del tren. Los familiares de las víctimas pueden realizar los pertienentes trámites judiciales en el complejo Sar, convertido en tanatorio, sin necesidad de acudir al juzgado. Durante toda la noche han recibido la atención de psiquiatras, psicólogos y personal de los equipos de emergencia.

Cincuenta miembros de la Policía Científica trabajan desde anoche en la identificacion de las víctimas. Las labores de reconocimiento se basan en la identificación por huellas, en el ADN y a través del análisis dental, en el caso de los cuerpos que presentan más dificultad por su estado.