España vive una de las semanas más complicadas del verano en materia de incendios forestales. La combinación de altas temperaturas, baja humedad y rachas de viento imprevisibles ha generado un escenario perfecto para que el fuego se propague con rapidez, arrasando miles de hectáreas en cuestión de horas. Desde Cádiz hasta León, pasando por Madrid, las llamas han obligado a desalojar a miles de personas y amenazan tanto a espacios naturales de enorme valor ecológico como a zonas residenciales.
El despliegue de medios a lo largo del territorio es masivo: brigadas forestales, bomberos de distintas comunidades, la Unidad Militar de Emergencias (UME), medios aéreos y decenas de vehículos de extinción trabajan a contrarreloj para frenar el avance de los fuegos. Pero las condiciones meteorológicas juegan en contra y, en muchos casos, la prioridad está siendo proteger vidas y propiedades antes que contener por completo el incendio.
Madrid: Tres Cantos bajo la amenaza del fuego
En la Comunidad de Madrid, el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales (Infoma) ha declarado la situación operativa 2 ante el riesgo para viviendas en Tres Cantos. El incendio, impulsado por un viento fuerte y cambiante, ha obligado a desplegar un importante operativo con medios terrestres y aéreos, que trabajan para proteger urbanizaciones y zonas naturales próximas. Las autoridades insisten en que la prioridad es la seguridad de los vecinos y que se están vigilando posibles reactivaciones.
Castilla y León: Las Médulas y otros ocho frentes
Castilla y León es una de las comunidades más golpeadas, con nueve grandes incendios activos, cinco de ellos en la provincia de León. El más preocupante se encuentra en el espacio natural de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, que permanece en nivel 2 de gravedad. Aunque parte del perímetro no presenta llamas, sigue sin estar estabilizado y un flanco continúa activo con gran intensidad.
Las evacuaciones afectan a cinco localidades (Voces, Carucedo, Yeres, Orellán y Santalavilla), mientras que Borrenes y La Chana se mantienen confinadas. El balance provisional cifra en 1.500 las hectáreas arrasadas, con la pérdida de castaños centenarios y daños en infraestructuras como el aula didáctica de la Junta sobre el monumento natural, así como en viviendas y explotaciones agrícolas.
Otros focos relevantes son el de Llamas de la Cabrera y el de Paradiña, ambos en nivel 2, y los de Molezuelas de la Carballeda y Puercas, en Zamora, que han obligado a evacuar varias localidades y confinar otras por la intensidad del humo. En Molezuelas, más de 800 vecinos ya habían sido desalojados el domingo, regresaron el lunes y, horas después, tuvieron que abandonar de nuevo sus casas.
Navarra y Galicia: entre la estabilidad y el descontrol
En Navarra, el incendio declarado el sábado en Carcastillo está por fin perimetrado y estabilizado, lo que ha permitido retirar los medios aéreos. Aun así, las brigadas permanecen sobre el terreno para asegurar el perímetro ante el riesgo de reactivaciones.
En Galicia, la situación es mucho más grave. En Ourense, el fuego de Vilardevós ha motivado la declaración de la situación 2 de emergencia por su proximidad a núcleos habitados. El incendio de Chandrexa de Queixa, también en Ourense, ha calcinado más de 3.000 hectáreas, superando por sí solo toda la superficie quemada en la comunidad en lo que va de año.
Andalucía: evacuaciones masivas en Tarifa y Sevilla
En Tarifa (Cádiz), un nuevo incendio en la sierra de la Plata ha obligado a evacuar a más de 2.000 personas de playas, alojamientos turísticos y viviendas próximas a Atlanterra. El dispositivo Infoca consiguió frenar el avance hacia zonas residenciales y hoteleras, aunque preocupa el flanco derecho, que afecta a masa forestal.
En la sierra Morena sevillana, la Guardia Civil evacuó a 80 personas de un camping ante el avance de otro fuego que se mantiene activo desde la tarde del lunes.
Castilla-La Mancha: riesgo para infraestructuras
En Navalmoralejo (Toledo) se ha declarado un incendio en nivel 2 por la posible afección a infraestructuras y la llegada de humo a zonas pobladas. Los equipos trabajan para contenerlo antes de que alcance áreas residenciales.