España lleva, desde la tarde del martes, mirando en dirección a Arabia Saudí. ¿El motivo? La empresa de telecomunicaciones STC, operada por el Fondo Público de Inversión (PIF) del propio Gobierno saudí, se ha hecho con el control del 9,9% de las acciones de Telefónica, convirtiéndose así en el máximo accionista. Detrás de este movimiento hay una figura en particular: el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, quien parece estar encontrando en Europa un amplio horizonte para sus negocios y para lavar la imagen de su país de cara a la galería internacional. Tanto es así que el mandatario saudí posee una espectacular mansión en Francia, valorada en 230 millones de libras (aproximadamente 270 millones de euros). 

En concreto, se trata del Château de Luis XIV, un palacete construido entre 2008 y 2011 y que fue denominado como "el hogar más costoso del mundo" por la prestigiosa revista Fortune. A simple vista, destacan especialmente la fuente de oro laminado, sus estatuas de mármol y un laberinto de arbustos. Todo ello, enmarcado en un parque panorámico de 23 hectáreas de extensión. 

Fue vendido por más de 300 millones de dólares en 2015, y por aquel entonces, no se conoció la identidad del comprador, que trascendió un tiempo más tarde. En efecto, el misterioso comprador del "hogar más caro del mundo" no era otro que Mohamed Bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí.

El chateau de Luis XIV, propiedad de Mohamed Bin Salmán.

Esta no es la única adquisición a precio desorbitado del príncipe. Además de esta gran mansión, Bin Salmán también se hizo con un yate valorado en 500 millones de dólares y una pintura de Leonardo Da Vinci en 450. Compras particulares a las que hay que sumar la salvaje incursión del PIF en el mundo del fútbol, comprando clubes emblemáticos como el Newcastle, invirtiendo ingentes cantidades de dinero en el Chelsea y fichando jugadores de primera línea mundial para la Liga de fútbol saudí, con contratos nunca antes vistos. 

El fichaje de Cristiano Ronaldo el año pasado abrió la veda. Pero para este curso, lejos de bajar el ritmo, Arabia Saudí ha redoblado la apuesta rompiendo la banca. En lo que llevamos de mercado veraniego, nombres de la talla de Neymar, Karim BenzemaN’Golo KantéJordan Henderson, Roberto Firmino, Sadio Mané, Edouard Mendy, Riyad Mahrez, Seko FofanaSergej Milinkovic-SavicKalidou Koulibaly, Rúben Neves o Gabri Veiga han aceptado las monstruosas ofertas de la liga saudí. Un amplio elenco de jugadores de alta categoría que, previsiblemente, aumentará en los próximos mercados de fichajes.

Y ahora... Telefónica

Ahora, como si el 'Proyecto Fútbol' no fuese lo suficientemente ambicioso ya, el PIF ha alcanzado el mercado bursátil español, al adquirir el 9,9% de la teleco española, convirtiéndose en su máximo accionista. Una compañía que, en palabras de la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, "es emblemática y estratégica para el Ejecutivo".

Otros altos cargos del Gobierno como Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, y Nadia Calviño, máxima responsable económica del Gobierno, se han pronunciado también sobre la entrada del grupo saudí en el capital de Telefónica. Por un lado, la líder de Sumar ha reclamado en su cuenta de Twitter que "preservar nuestra autonomía estratégica es esencial", haciendo referencia a Telefónica como "guardiana de datos sensibles". 

"España debe asegurar la toma de decisiones en empresas como Telefónica, guardianas de datos sensibles. Es necesaria una mejor regulación y una protección para evitar OPAs. Debemos proteger nuestro futuro digital", defendió Yolanda Díaz, unos minutos después de que se hiciese pública la noticia de la entrada del capital saudí en la empresa española.

Por su parte, STC defendía en un comunicado "no tener intención de adquirir control" de Telefónica ni de llevar a cabo fuertes cambios en la organización de la compañía. Algo que parecen entender desde la compañía liderada por José María Álvarez Pallete, ya que, en su comunicación oficial remitida posteriormente al anuncio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se define la operación como una "aproximación amistosa" por parte de la compañía de Arabia Saudí.

Sin embargo, este movimiento no está confirmado en su totalidad, ya que necesita, todavía, la aprobación del Gobierno y de la propia CNMV para salir adelante. Sea como fuere, la compañía ha presentado una muy buena sesión bursátil a raíz de la entrada del dinero saudí, con cotizaciones al alza con avances del 3,07%, hasta alcanzar precios de 3,86 euros por acción.