No hay duda de que el running está de moda. Cada vez son más las personas que deciden calzarse las zapatillas y salir a correr. Sin embargo, en muchas ocasiones, se lleva el cuerpo al límite y se producen lesiones.

Cada vez son más los pacientes que llegan a consulta con problemas en pies y rodillas. Conscientes de ello, especialistas del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, ha organizado una Jornada de Traumatología Deportiva, en la que se han abordado las lesiones en miembros inferiores.

“La idea de buscar los límites del cuerpo en el deporte amateur carece de sentido y es nuestra obligación, como médicos, concienciar sobre esta peligrosa moda", advierte el Dr. Cristóbal Suárez Rueda, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT) del hospital y director de la jornada.

Y es que no solo las personas más jóvenes se han lanzado al running. “Actualmente, atendemos en la consulta a pacientes con una edad a la que no hace demasiado tiempo no se les hubiera pasado por la cabeza practicar deporte”, indica.

No hay duda de que los hábitos han cambiado. “Hace 40 años las personas que rondaban los 50 eran sedentarias y fumadoras; hoy nos consultan porque les duele el cuerpo después de correr una maratón”, explica este traumatólogo.

Fútbol y niños

Pero este problema no se ciñe únicamente al running. Afecta a otro tipo de actividades como el fútbol. Los especialistas han constatado que han ido en aumento las lesiones en niños, derivadas de la profesionalización del deporte infantil.

"En esta sociedad cada vez más competitiva y con deportistas de élite como referentes de conducta, es fácil encontrar a padres que quieren ver en sus hijos a pequeños Cristianos Ronaldos", indica el Dr. Armando Macera, médico adjunto del Servicio de COT del Hospital Universitario Infanta Elena. Cada vez son más frecuentes los excesos de entrenamiento, y es vital que este esté adecuadamente planificado.

“El niño no es un adulto pequeño, por lo que no se le debe exigir lo mismo”, recalca este especialista. “El exceso de entrenamiento con jornadas maratonianas en menores lleva a lesiones que antes solo se veían en edades más avanzadas", subraya.

En el caso de los jóvenes, este abuso puede derivar, incluso, en patologías como cadera dolorosa, que “puede englobar desde malformaciones poco frecuentes que lleven a un desgaste precoz de la articulación, hasta problemas de índole tendinoso”, precisa el Dr. Macera.

Los doctores Macera (izda.) y Suárez

 

La prevención, clave en las lesiones

La prevención es el mejor aliado para evitar problemas. En quienes juegan al fútbol es frecuente ver esguinces de tobillo, mientras que entre quienes corren, sobre todo en mayores de 40 años, es cada vez más común la fascitis plantar. A esto hay que añadir otras dolencias que no se consideran patológicas como contracturas, malas posturas o problemas de fricción en las articulaciones, consecuencia de la falta de elasticidad.

Trabajar esta cualidad y realizar rutinas de estiramiento contribuye a prevenir dolores, al igual que adoptar las posturas correctas y fortalecer la musculatura. Del mismo modo, es fundamental, el uso de un calzado adecuado.

A todo esto hay que añadir otro importante apunte, insiste el Dr. Macera: "Hay que saber escuchar los mensajes que el cuerpo da" y no forzar; de ahí que apele al sentido común a la hora de establecer un entrenamiento.

Abordando la lesión

Cuando ya nos encontramos ante una lesión, la radiografía simple sigue siendo la prueba más utilizada para ver el hueso y la resonancia magnética para comprobar el estado del resto de estructuras. No obstante, “la correcta anamnesis-datos recogidos en la historia clínica- y la meticulosa exploración clínica en la consulta siguen siendo la base de todos los demás estudios”, resume este especialista. “Las pruebas complementarias son, como su propio nombre indica, complementarias, y no pueden ser el eje de toda la actuación médica”, asevera.

En cuanto al tratamiento de las lesiones, en los últimos años se han desarrollado técnicas que permiten tratarlas de forma mucho menos invasiva, lo que facilita la recuperación. Es el caso, por ejemplo, de las técnicas artroscópicas que se emplean para intervenir la rodilla y que “permiten reparar las lesiones sin apenas daño articular ni herida externa, lo que posibilita una recuperación precoz que hace años era impensable”.

La relación médico-deportista, una asignatura pendiente

Los especialistas insisten en la necesidad de estar bien informado a la hora de lanzarse a la práctica deportiva. Sin embargo, reconocen que “nuestro excelente sistema de salud está más orientado al tratamiento de la lesión que a su prevención”. “Actualmente, cuando un deportista presenta una duda, tiene acceso con facilidad a un fisioterapeuta o a un entrenador, mientras que a los traumatólogos nos encuentran, en demasiadas ocasiones, más inaccesibles”, reconoce el Dr. Macera.

Jornada de Traumatología Deportiva en el HUIE

De ahí, la importancia del encuentro que se ha llevado a cabo en el Hospital Infanta Elena. “Éramos conscientes de que hay muchas jornadas para médicos, pero no tantas para deportistas”, afirma el Dr. Rueda. Iniciativas de estas características permiten estrechar la relación médico-paciente, existente ya en el Antiguo Egipto, aunque no fue hasta el siglo XX cuando la Medicina Deportiva nació como rama especializada e independiente de otras disciplinas médicas.