La entrada de cerca de 8.000 inmigrantes en Ceuta durante el lunes y martes ha desatado una crisis migratoria y política en la frontera con Marruecos. Nunca se había visto una entrada tan masiva en tan poco tiempo como la que se vio en estos dos días, ello ha dejado desgarradoras imágenes y desenlaces, ya que una amplia mayoría ha sido retornada a su país de origen.

Un aspecto tan delicado como esta crisis migratoria ha vuelto a ser aprovechado por la ultraderecha para difundir odio y promulgar a los cuatro vientos la necesidad de levantar un “muro infranqueable”. También se ha atacado a Luna Reyes, voluntaria de Cruz Roja, por abrazar a uno de los migrantes que llegó a Ceuta exhausto. Reyes ha recibido denigrantes y repugnantes comentarios por su gesto, pero el padre Ángel, igual que muchos otros, han querido mandarle un gran mensaje de agradecimiento por su labor.

El padre Ángel, párroco de la madrileña Iglesia de San Antón y fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, valora lo vivido en los últimos días en declaraciones a ElPlural.com. “No creo que se hayan arrepentido de lo que han dicho. Tampoco creo que lo hayan dicho sin pensar. Pero no es comprensivo porque, el hombre por el hecho de ser hombre, somos personas buenas y estamos llamados a querernos y a querer a los demás”, destaca.

A continuación, el párroco muestra la razón que, a su entender, ha llevado a estas personas a sembrar odio en un tema tan delicado como es el de personas que arriesgan su propia vida para luchar por una oportunidad: “A veces puedes estar enfermo y por ello haces daño a los demás”.

“Decirles que están enfermos, porque no es posible que sea gente normal la que ha dicho eso. Y de mi parte, decirle a Luna Reyes lo que le han dicho sus padres: que nos sentimos muy orgullosos de personas como ella”, añade el religioso.

“Con lo que uno se queda es que somos más las personas que admiran el gesto de esta chica que los que no. Yo me quedo con el aplauso que ha recibido. Es una heroína, y los demás son enfermos. No es comprensible que nos alegremos del mal de los demás o de que se ahoguen personas en el mar”, sentencia.