El imparable movimiento feminista que volvió a exhibir músculo este viernes no logra, sin embargo, frenar el aumento de la negra lista de mujeres fallecidas a manos de sus parejas. Solo este fin de semana, tras una nueva jornada histórica del 8M, han muerto otras dos.  

El sábado, un hombre de 55 años de Reino Unido apuñaló a su pareja, una mujer de 58 y nacionalidad española, en presencia de su hijo, de 15. Ocurrió en el municipio malagueño de Estepona. Tras haberse autolesionado, el hombre fue trasladadoal Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga), en el que permanece ingresado, aunque su estado es estable. Tan solo presenta heridas leves en ambas muñecas. 

Por otro lado, este domingo, un hombre de 46 años asesinó con una escopeta a su mujer, de 43, en su vivienda del ayuntamiento de Valga en la provincia de Pontevedra. En torno a las tres y media de la tarde, un familiar que había quedado con el matrimonio para comer se acercó a la casa, situada en la parroquia de Setecoros, al ver que no acudían a la cita. Al llegar allí, entró y se encontró con los cuerpos sin vida de la mujer, M.J.A.G., del año 1975 y de su marido, J.B.F., del 1972.

Las primeras hipótesis apuntan a un caso de violencia de género, si bien no hay antecedentes de denuncias por violencia de género en este matrimonio, según ha precisado la Guardia Civil. 

El mismo viernes, además, una vecina de Sober (Lugo) de 63 años fue asesinada en Madrid por su pareja, un hombre de 81 que después se suicidó.