La Guardia Civil está estudiando la conveniencia de adquirir armas eléctricas del modelo taser con las que los agentes podrían reducir a una persona inmovilizándola temporalmente, una reivindicación de las asociaciones de guardias. 

La Asociación  de Guardias Civiles presentó su propuesta en ese sentido al Consejo de la Guardia Civil, argumentando que el uso de este tipo de armas ayudaría a los agentes a “reducir el riesgo de sufrir lesiones u ocasionarlas”. 

La cúpula dice que no ha tomado una decisión
La AUGC explica en un comunicado que la Dirección General de la Guardia Civil les ha remitido un escrito explicándoles que "en la actualidad el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial está realizando un estudio de mercado para ver cuál podría ser el modelo más adecuado para ser adquirido por la Guardia Civil". Se trata de un estudio que se remonta al año 2015 y que aún no está concluido por lo que no hay aún ninguna decisión tomada.

La AUGC asegura que ya hay un plan de formación 

Sin embargo, la AUGC asegura que en la respuesta de la Dirección les dice que “ya se han realizado distintos trabajos, como un estudio legal y técnico para ver las posibilidades de uso de este tipo de dispositivos”; incluso, que se ha diseñado “un plan de formación del personal en el uso de estos dispositivos".


Arma eléctrica modelo Taser


Se han valorado precios
La Guardia Civil admite que se han probado armas de diferentes modelos y que también se han comparado precios, pero insisten en que oficialmente no hay ninguna conclusión ni tampoco fecha estimada para comunicar si adquieren este tipo de armas eléctricas, que ya usan otros cuerpos como los Mossos d'Esquadra en Cataluña o la Policía en Canarias, Andalucía, Valencia o Murcia.

La AUGC cree que es “necesaria la utilización de medidas intermedias entre el uso del arma de fuego y nada", para poder reducir “a una persona sin ocasionarle daño físico, inmovilizándola temporalmente".