Más de dos meses después de que se decretara el estado de alarma en nuestro país, Vox exhibe músculo este sábado en una macromanifestación organizada en todas las capitales de provincia para protestar contra la gestión del Gobierno central en la crisis del coronavirus y exigir la dimisión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

La formación ultraderechista ha convocado formalmente manifestaciones en toda España en pleno estado de alarma y ha logrado autorización en todas las ciudades. En el caso de las cuatro provincias de Cataluña y las de Castilla y León ha necesitado el apoyo de los tribunales de justicia para poder celebrar sus caravanas de vehículos.

Asimismo, para asegurarse la autorización, Vox ha organizado una marcha de coches y ha insistido en su voluntad de que se respeten todas las medidas sanitarias y de distanciamiento social. A los ciudadanos que secunden la protesta el partido solo les pide que lleven dos cosas, mascarillas y banderas de España.

De esta manera, Vox aspira a que estas manifestaciones sean la “puesta de largo” de todas las protestas que se han producido desde ido sucediendo desde hace varios días en las calles de varias ciudades. Unas críticas al Ejecutivo que lidera Sánchez que la formación ultra ha asegurado que eran “espontáneas”, pero que ahora intentan canalizar.

Sin embargo, pese a que Vox ha defendido que las manifestaciones no suponen un riesgo para la salud, el Ministerio del Interior no las tiene todas consigo mismo. Según han señalado fuentes directas del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska a ElPlural.com, estos ya han recibido instrucciones para “actuar con contundencia para garantizar el orden público”.

Asimismo, estas fuentes no dudan en alertar sobre la “presión” a la que se verán sometidos este sábado, y se muestran “temerosos” de que estas manifestaciones acaben mutando en algunos “puntos calientes” en una especie de “caldo de cultivo para radicales” de todas las ideologías. En este sentido, Interior recuerda que a las manifestaciones de los coches les seguirá después las ya habituales caceroladas. Un hecho que puede poner en riesgo el orden público.

Reforzar la vigilancia en sedes del PSOE y Podemos

Por otra parte, otra de las preocupaciones del Ministerio es el aumento considerable de ataques a sedes del PSOE y Unidas Podemos por parte de grupos ultras en distintos lugares de España. Un problema que Interior está intentando resolver de raíz, y para ello ya han recomendado a estas formaciones un protocolo de actuación para que denuncien estos hechos, además de instarles a comunicárselo a organismos superiores (como la Dirección Federal en el caso de los socialistas).

No obstante, Interior sigue “estudiando” otras soluciones, y no descartan tener que dotar a estas sedes de “seguridad permanente”, por lo menos hasta que se rebaje el actual clima de tensión política.

Una atmósfera de reproches e insultos entre izquierda y derecha que apuntan que puede provocar que tengan que también “reforzar la vigilancia” en los hogares de los políticos de todas las ideologías, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Hay que recordar que ya se tomó esta medida en las casas de los ministros, después de los recientes escraches que sufrieron este lunes José Luis Ábalos y Nadia Calviño.