El ministro de Juventud, Prevención y Deporte de Países Bajos, Víctor Karremans, quiere que la UE endurezca la normativa sobre las alternativas al tabaco convencional. El dirigente neerlandés es miembro del ultraderechista Partido Popular por la Libertad y la Democracia, que sostiene al Gobierno de Dick Schoof. En concreto, según ha publicado Euroactive, el portal informativo especializado en noticias de la UE, reclama imponer restricciones al mercado de bolsas de tabaco y de nicotina, así como el empaquetado genérico.
Karremans reclama una normativa más estricta para estos productos a través de una carta dirigida al comisario de Salud, Olivér Várhelyi, impuesto por el también ultraderechista Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, para que pudiera salir adelante el Gobierno de Ursula von der Leyen. En su misiva, defiende la necesidad de poner límites a las ventas transfronterizas, aunque sea entre los países miembros, y el comercio online, dado que "socavan los esfuerzos nacionales para restringir el acceso a estos productos".
En su cruzada contra las alternativas al tabaco, propone una intervención tan invasiva en redes sociales que podría considerarse incluso censura previa. El ejecutivo de la UE debería trabajar con las plataformas, sostiene, para eliminar el contenido que promociona estos productos, especialmente el material dirigido a usuarios jóvenes. "Es importante evitar subir contenido en sus plataformas que tenga como objeto vender o comercializar poductos de tabaco y nicotina, antes o inmediatamente después de que se emita el contenido", argumenta.
Preocupación en la patronal del vapeo
Arturo Ribes, presidente de la UPEV, la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo, ha reaccionado a la propuesta reclamando a la UE una "regulación equilibrada, alineada con los objetivos económicos europeos y que no perjudique a las pequeñas empresas". Cree que la postura del ministro holandés se aleja de las prioridades de la UE y "ataca" a un sector que, solo en España, genera más de 100 millones de euros y miles de empleos. "La propuesta neerlandesa ignora la realidad económica y ataca un sector compuesto mayoritariamente por pymes. En un momento en el que Europa habla de competitividad, esta medida va en la dirección contraria", critica.
La UPEV, ha añadido, no rechaza la regulación, pero cree que "debe ser razonable, basada en evidencia y alineada con los objetivos económicos de la UE". Para la patronal del sector del vapeo, se debe regular "con sentido común" y sin perder de vista cuestiones como el empleo, la inversión y la innovación. "Un exceso de regulación innecesaria solo genera incertidumbre y pone en riesgo a miles de empresas y trabajadores", concluye.
Así están transformando la lucha contra el tabaquismo Suecia y el Reino Unido
La lucha contra el tabaquismo en Suecia está basada precisamente en incorporar las alternativas sin humo como una herramienta para reducir el número de fumadores. Es el primer país de los 27 libre de humo, según los criterios de la OMS, al situar la tasa de fumadores por debajo del 5%, un éxito que está ligado al uso del snus (un producto de tabaco de uso oral prohibido en el resto de Europa) y las bolsas de nicotina, cuya comercialización ha sido recientemente autorizada en EEUU por la FDA.
Otro ejemplo llamativo de países de nuestro entorno es el del Reino Unido, que ha conseguido reducir el porcentaje de fumadores del 33% en 2006 al 12% en 2020, según datos del Eurobarómetro. Estas cifras implican una caída del 64%, frente a una media europea que apenas alcanza el 28%. Todo ello con un enfoque basado en la ciencia y la reducción de daños, ofreciendo opciones menos perjudiciales a aquellas personas que no consiguen abandonar el tabaco.
El departamento de Salud Pública del Reino Unido (PHE por sus siglas en inglés Public Health England), lleva años analizando los efectos de los cigarrillos electrónicos. En 2022, publicó un informe que concluye que vapear es un 95% menos dañino que fumar cigarrillos tradicionales. La clave está en la eliminación de sustancias tóxicas como el alquitrán y el monóxido de carbono, presentes en el humo del tabaco, pero ausentes en los aerosoles que generan los vapeadores.
Convencida de estas evidencias, la administración británica distribuyó de forma gratuita un millón de cigarrillos electrónicos a fumadores adultos que no consiguen abandonar el tabaco por otros medios. Este programa, pionero en el mundo, tiene como objetivo facilitar el acceso a estas alternativas menos dañinas a una población que, de otro modo, seguiría expuesta a los riesgos del tabaquismo.