Aunque estas vacaciones también habrá canción del verano, será el primero en el que no tendremos al rey de la música estival, el mítico cantante Georgie Dann. El artista, que falleció el pasado noviembre los 81 años en Madrid durante una operación de cadera, fue un icono de las canciones del verano durante la década de los 70 y 80.
Su primer éxito fue El cataschok en 1969, pero a este le siguieron otros tantos temas que se convirtieron en emblemas de la música festiva, como El bimbó, Macumba, El chiringuito, La barbacoa, Carnaval, carnaval, El negro no puede o El africano.
La carrera de Georgie Dann
Georgie Dann nació en París el 14 de enero de 1940 en el seno de una familia de músicos. El cantante estudió durante nueve años en el Conservatorio y se especializó en el clarinete. No obstante, se licenció en Magisterio y en su trabajo como profesor comenzó a componer canciones con sus alumnos. Fue en 1965 cuando llegó a España representando a su país en el Festival del Mediterráneo con la canción Tout ce que tu sais. Después de este momento le empezaron a llegar contratos para visitar Latinoamérica y, después de dos años de gira, regresó a España, país en el que se asentó hasta su fallecimiento.
Las canciones más famosas de Georgie Dann
Alcanzó un gran éxito en España. Aparecía en los escenarios rodeado de bailarinas que ejecutaban coreografías mientras él cantaba. Lo que le llevó al éxito fueron sus canciones, que resaltaban por sus estribillos pegadizos, ritmos bailables y letras repletas de humor y referencias a la fiesta y el verano.
Su mayor hit fue El chiringuito, que consiguió traspasar fronteras llegando a Holanda, Bélgica, Grecia y Latinoamérica. No hay que olvidar La barbacoa, otra canción que todavía a día de hoy es conocida y se canta con los amigos. Ésta se le ocurrió mientras estaba con sus amigos en una barbacoa.
La década de los 90 la pasó casi retirado, pero después volvió a lanzar canciones, aunque ya no tuvieron la misma repercusión y pasaron casi desapercibidas. Su último trabajo lo lanzó en 2018 bajo el nombre de Buen rollinski, un tema futbolero que coincidió con el Mundial de Fútbol.
