Lo de Gavi, realmente, asusta. En el clásico que disputaron Real Madrid y Barça el pasado 12 de enero, tomamos consciencia sobre quién era esa cría de búfalo que juega con los cordones desatados. En un lance del partido, arrolló a Toni Kroos. Alemán de 32 años nacido en la RDA, campeón del mundo, cinco veces campeón de Europa y con más títulos que la duquesa de Alba. Una absoluta leyenda del fútbol. Pues un adolescente insolente no le guardó ningún respeto. Y eso vale más que un caño o un gol por la escuadra. La raza es innata.

Pablo Martín Páez Gavira nació el 5 de agosto de 2004 en Los Palacios, Sevilla. Un entorno humilde y una familia humilde marcaron sus inicios. En su barrio descubrió el fútbol. Comenzó jugando en La Liara: “Era el equipo de Gavi. Jugaba él solo”, señala su excompañero Alejandro Roldán. Un chaval hipercompetitivo. Con ese gen que solo comparten los campeones. Otro de sus compañeros, Fernando Mayorga, le recuerda así: “Perdimos en penaltis una final y lloró mucho, pobrecito”. Porque todos los cracks sonríen y lloran igual.

Gavi, el debutante más joven de la historia de la Selección

De La Liara se fue al Betis. Con 9 años hizo 98 goles. “Al Sevilla lo tenía loco. Le daba un repaso cada vez que lo cogía...”, recuerda Fenando Cáceres, su entrenador en Benjamines. Y en una competición a nivel mundial disputada en Portugal, el Betis de Gavi le metió 5 al Barça en la final. Una exhibición que le llevó a La Masía y dónde siguió siendo igual de superior. Y siempre con los cordones desatados.

“No sé si es porque no sabía o porque tenía prisa para jugar a la pelota”, explica Manolo Alba, coordinador del fútbol base del Betis entre 2009 y 2020. Un gesto que parece que será eterno. Como esa especie de manías infantiles que uno mantiene durante toda su vida. Un detalle que respira la pureza de la infancia. De esa época en la que uno ama de verdad el fútbol. Con inocencia.

El 30 de agosto de 2021, Ronald Koeman le hizo debutar con el primer equipo. A los dos minutos ya estaba pidiendo el balón ante decenas de miles de espectadores en el Camp Nou. Ya pegaría también su primera patada en primera división siendo juvenil. 15 días después, estaba jugando contra el Bayern de Munich. Y un mes más tarde, a la Selección Española. El debutante más joven de la historia de nuestro país. “Es peligroso arriesgar con jugadores jóvenes que tu crees que no tienen el nivel necesario. Viendo a Gavi, que lo conozco desde hace muchos años y viendo cómo ha competido cuatro ratitos, no tengo ninguna duda de que puede ser un jugador muy importante para el futuro de su club y su Selección. Y eso es lo que me motiva traerlo”, explicó Luis Enrique cuando le convocó por primera vez. Un año después lidera en el Mundial de Catar a una España a punto de clasificarse para los octavos de final. 

Gavi encarna el futuro del fútbol español. Y su esencia. Raza, talento y pureza. Un futbolista el que, ni siquiera una reina, sería capaz de atarle los cordones.