Los ganadores de Eurovisión, Kalush Orchestra, subastarán el premio del certamen para ayudar con lo que recauden al ejército de Ucrania. “El festival es muy importante, especialmente este año, pero la vida de las personas es mucho más importante”, cuenta el vocalista de la banda, Oleh Psiuk.

El grupo que se alzó con el micrófono de cristal espera obtener, dice, “una gran cantidad” económica: “Medio millón de dólares… Hay gente que está lista para donar”. “Esto es para motivarlos más, pueden convertirse en los dueños del trofeo (…) Alguien podrá pensar que es genial tener la estatuilla del ganador de Eurovisión 2022 en casa”, subraya el cantante.

Himno de la resistencia a Putin

Stefanía, tema ganador de la gala celebrada en Turín, se ha postulado desde el pasado sábado como poco menos que un himno a la resistencia a Vladimir Putin. Así las cosas, en las últimas horas se ha visto a varios soldados del frente cantarla desde la trinchera e, incluso, guitarra en mano.

Expertos eurovisivos y una buena parte de la sociedad es consciente -seguramente el mismo grupo lo sea- de que la de Ucrania no fue la mejor actuación. No obstante, el primer puesto al que el televoto alzó a los artistas del país invadido por Rusia ha sido reconocido como una muestra de solidaridad y unidad de Europa frente a la guerra.

La canción, si se analiza su letra, versa sobre la “madre de todos”. En un significado más inmediato viene a decir que el país del este es Stefanía, la madre Ucrania y de todos. En otros términos, las frases del tema están dedicadas a las personas “que echan de menos a sus madres, más en estos momentos de guerra que a lo mejor no están presentes”.

La candidata a representar a Ucrania, acusada de prorrusa

Es igualmente llamativa la historia que rodea a los que finalmente han sido representantes de Ucrania en el certamen. En un principio quien el pasado sábado iba a estar en la ciudad italiana era Alina Pash. Sin embargo, esta abandonó cuatro días después de ser escogida, tras viajar a Crimea en 2015. Con ello, fue incluso acusada de prorrusa.

“No quiero formar parte de esta sucia historia, soy ciudadana de Ucrania y sigo las leyes de mi país, y trato de llevar nuestras tradiciones y valores al resto del mundo. Soy una artista, no una política”, sentenció por aquel entonces en redes sociales.

Con todo esto, y con las irregularidades que varios países han denunciado desde que finalizó Eurovisión, el festival ha estado marcado este año por el escenario bélico y, en lo que a España respecta, por una actuación memorable de nuestra representante Chanel, quien consiguió un tercer puesto -que todavía no se sabe si puede terminar siendo segundo- que sabe a victoria.