En una sociedad con todavía elementos de perdurabilidad de la herencia machista, las jugadoras del Mundial de fútbol de Sídney, incluyendo las de la Selección nacional española, están dando otro ejemplo más de valentía, coherencia y personalidad.

En los clubes de fútbol masculino impera el miedo y la hipocresía al seguir latente y vivo el tabú del jugador “macho” y que se trata de un “deporte de hombres”, como si los homosexuales no lo fueran. Todo un discurso netamente homofóbico que impregna a las grandes y pequeñas ligas de todos los países, aunque en unas más que en otras.


Los futbolistas no se atreven, ellas sí

Pareciera que no existen futbolistas gais -aunque los hay tanto como en el resto de actividades de la sociedad-, y cuando esporádicamente, alguna estrella revela su inclinación sexual y sale del armario de los machistas vestuarios y viriles estadios, los propios medios, especialmente los deportivos, tratan la noticia como un suceso casi insólito, minoritario, excepcional y que rompe la normalidad de la uniformidad sexual de las distintas plantillas de los equipos en la que impera el todos somos machos, muy machotes y muy hombres. También, suele ser habitual que revelen su homosexualidad, una vez que han finiquitado su carrera y se han retirado. En el fondo late el miedo a que esa “sorpresa”, afecte en su carrera en activo.

La cultura de aceptación en el futbol femenino

Es una realidad, a la par que ejemplo elogiable, que el fenómeno deportivo de fútbol femenino, también ha hecho posible una cultura de aceptación sin precedentes, mucho más si se hace la comparativa con respecto a sus homólogos masculinos. Toda una realidad positiva y liberadora para las futbolistas que tampoco, hasta llegar a la situación actual, ha estado libre de situaciones complejas. Este dato ilustra la valentía de las futbolistas: Son 85 las futbolistas lesbianas o bisexuales presentes en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Son 22 los países, de un total de 32 que participan en este campeonato mundial, los que cuentan con “futbolistas orgullosamente lesbianas o bisexuales”. 


La lesbofobia de entrenadores pasados

Y es que llegar al punto de visibilidad y normalidad con el que se vive actualmente la diversidad sexual en el fútbol femenino español no ha sido un camino de rosas. Valgan como ejemplo las revelaciones de la autora del libro “No las llames chicas, llámalas futbolistas”, Danae Boronat. La periodista catalana calificó como una “cruzada” personal, la actitud que mantuvo el otrora seleccionador español femenino de futbol durante 27 años, Ignacio Quereda, contra el lesbianismo. Tras investigar, Boronat desveló como este seleccionador amenazó a la plantilla prohibiendo que se reconociera que se era. Quien así lo hiciera, según el libro, “tendría un futuro muy complicado en la Selección”. También reseñaba la periodista detalles machistas y quejas de las jugadoras por la lesbofobia del entrenador, destacando pellizcos en el culo, alusiones sexuales a las jugadoras, o frases machistas como que necesitaba que una mujer le hiciera un café.

Ejemplo y revelaciones de Laura del Río: “A puerta cerrada te dicen: Si lo eres, cállate”

Una valiente pionera dentro del futbol femenino en asumir públicamente su homosexualidad, fue Laura Del Río: “A puerta cerrada te dicen: Si lo eres, cállate, señaló hace casi diez años. Laura fue un ejemplo como una de las pocas deportistas españolas que osó salir del armario y continuar jugando. La madrileña, 8 años internacional española, fue capaz de denunciar hace años la existencia de la idea del macho jugando al fútbol y el hecho de que la gente pensaba que un futbolista tiene que ser un hombretón. Decía que “a los gais los consideran afeminados y no encajan en la masculinidad que se le supone al fútbol”. Laura exculpaba, en buena parte, de este machismo a los aficionados y señalaba a los directivos: “La mayoría de los directivos son personas muy mayores, con mentalidades atrasadas y cargadas de prejuicios. Aunque digan que no, a puerta cerrada te dicen: ‘Si lo eres, cállate. ‘Si lo eres, no lo digas’”.

“El beso de Alba

Y saltando en el tiempo, hasta llegar a este Mundial de Sídney, otro ejemplo de coherencia. Se trata de la albaceteña Alba Redondo, protagonizando una imagen icónica ya, tras besarse con su novia, orgullosamente orgullosa y feliz tras vencer a Zambia, y marcar ella dos de los cinco goles. Una foto para la historia tanto futbolística como por la defensa de la diversidad y la igualdad. Imágenes de besos para la historia, el beso de Auguste Rodin o el beso de Times Square tras el anuncio del final de la II Guerra Mundial. Besos, con historia, besos icónicos y míticos. Y este de Alba, también.

Orgullosas con orgullo: el fútbol de La Roja no se esconde en el armario

Con ese pasado, se puede decir con satisfacción que las chicas de La Roja han roto por un lado, la barrera de cristal que hacía que a las grandes competiciones solo llegasen las selecciones masculinas. Pero, por otro lado, este domingo veremos en el Accor Stadium de Sídney a 22 jugadoras en el campo, más otras en el banquillo, demostrando no solo que saben jugar y competir muy bien en escala similar a los hombres, sino que nos enseñarán el ejemplo de que la diversidad es parte del juego. Orgullosas con orgullo. El fútbol de las mujeres y La Roja no se esconden en el armario.