Desde que se levantó el estado de alarma el pasado 21 de junio, la Covid-19 no ha dado tregua ni un segundo y ha seguido propagándose sin cesar, sobre todo en estas últimas semanas, que no ha dejado ni una comunidad autónoma sin casos. Establecimientos de ocio nocturnos, fiestas familiares o privadas, o simplemente condiciones de trabajo que no se adaptaban a la nueva normalidad, han sido los casos más destacados.

Ahora, se abre un nuevo foco y se centra en gimnasios y polideportivos municipales, como el caso de las instalaciones de Galicia, que supera ya el medio centenar de positivos.

Esta situación se está viviendo en la población de Meicende, municipio de Arteixo (La Coruña). Este miércoles se confirmaron seis nuevos casos por PCR, elevando la cifra a 55 infectados. Este es el segundo rebrote más números de la comunidad, junto con el de A Mariña (Lugo), que ocupa el primer puesto.

El origen de esta propagación se localiza en un trabajador usuario del centro deportivo de esta localidad.

De momento, los gimnasios no protagonizaban ningún foco de contagio. Aunque la Generalitat de Cataluña cerró estos establecimientos ante el aumento de casos en Barcelona y los municipios de Lleida. Una decisión que molestó a los centros y que acabó siendo tumbado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que reabrió los establecimientos.

Contagios en espacios abiertos y cerrados

Cada establecimiento tiene sus pautas, pero como norma general, la mayoría de los establecimientos han decidido reducir el aforo, usar mascarilla de manera obligatoria, higinizarse las manos con gel, turnos de limpieza frecuentes, así como limpiar las máquinas o materiales después de ser utilizadas. En algunos casos, también han colocado alfombrillas desinfectantes y termómetros para mirar la temperatura.

Jesús Molina, miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, sostiene que "Hay que partir del punto que sí se pueden producir contagios porque es un espacio cerrado y viene gente de distintos sitios. Pero en realidad, el riesgo cero no existe ni cuando estás en el exterior", poniendo como ejemplo las fiestas al aire libre con aglomeraciones, y que con el consumo del alcohol se olvida de las distancias. "Eso tiene más peligro que cualquier restaurante o gimnasio", añade.

"La mayoría han sido en locales de ocio nocturno, bien bares o pubs donde también convives con gente desconocida y ahí se relajan las medidas mucho más por el consumo de alcohol y el ambiente más desinhibido. Ocurre parecido en reuniones de familiares o amigos. La gente no está tan precavida porque conocen a los presentes pero eso no significa nada. Hay más peligro en un cumpleaños con conocidos que en un gimnasio", dice el experto. Por otro lado, expresa que tan solo un caso ha sido en establecimientos deportivos.

Cifras bajas

Molina es partidario de que no cierren las instalaciones deportivas porque salvo casos concretos, son espacios seguros. Subraya la responsabilidad que tiene cada usuario para limpiar el material cuando termina su sesión, además de permanecer con la mascarilla el mayor tiempo posible.

Asimismo, muchos gimnasios no requieren el uso de la mascarillas cuando realizan actividades tales como correr en cinta o montar en bicicleta estática, más bien optan por dejar fuera de servicio dos máquinas para mantener la distancia. Ante esto, el experto considera que manteniendo las distancias y teniendo en cuenta que los asintomáticos tienen menos carga vitral, se logra “un grado de seguridad adecuado”.

Sin embargo, Javier Cantón, profesor de biotecnología de coronavirus y doctor en virología, cree que para saber si un espacio deportivo es peligroso habría que investigar los sistemas que utilizan para renovar el aire, ya que una mala ventilación ayuda a la propagación.

Estudio noruego

Hay pocas investigaciones sobre la relación que existe entre los establecimientos deportivos y la Covid-19, tan solo existe uno hasta el momento, el de la Universidad de Oslo. El informe viene a decir que estos lugares no tienen por qué ser un foco de infección siempre que las normas se cumplan de manera adecuada.

Este estudio fue realizado por expertos noruegos de la Universidad de Oslo a finales de junio en medrxiv. El documento demuestra que en varias instalaciones deportivas de la capital escandinava no se encontró ningún contagiado entre un grupo de más de 1.800 voluntarios.

Durante esta investigación, únicamente pudieron acudir los voluntarios y el personal de los centros, respetando siempre las medidas de seguridad necesarias. Tan solo uno de los usuarios se contagió, pero no por parte del centro deportivo.

Mayor riesgo de contagio en deportes colectivos

Molina destaca las clases colectivas, que muchas veces se practican en espacios pequeños, y añade: "Ahí el riesgo es mayor. Hay que tener en cuenta que en estas actividades, que pueden durar de 30 a 60 minutos, estamos siempre cerca de las mismas personas. Además al ser una actividad aeróbica, por general, se tiende a permitir realizarlas sin la mascarilla. Aquí el tema de la ventilación, bien natural porque haya ventanas, bien por un sistema con filtrado efectivo, es también fundamental".

En mayo, el Centro para el Control de enfermedades de EEUU (más conocido como CDC), publicó un informe que analizaba un gran contagio producido en una clase de zumba en Corea del Sur. De las 27 personas que acudieron a esa actividad, 8 dieron positivo. El foco se extendió a 112 casos entre trabajadores, familiares, etc.

Por otro lado, Javier Cantón añade que los trabajadores deberían de llevar medidas de seguridad más estrictas, porque el gran nivel de exposicion. Pone como ejemplo las pantallas faciales que protegen los ojos, las mascarillas y la realización de test de forma periódica. "Mi recomendación sería límite de aforo, mascarillas siempre, desinfección constante, trabajadores vigilados y cuidado en los vestuarios/duchas con no tocarse la cara cuando se cambie o duche la gente”, finaliza.