Dos días después de que el volcán de La Palma, en las Islas Canarias, registrara su primera erupción, el volcán Etna, situado en la isla italiana de Sicilia, ha seguido sus pasos y ha entrado en erupción tras 20 días sin haber registrado ninguna actividad.

Según ha podido confirmar el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) en un comunicado, el Etna ha generado una nube de humo y ceniza que ha alcanzado unos 9.000 metros de altura, tras expulsar lava del cráter sureste de la montaña.

Desde la misma organización se había emitido un aviso para la aviación, con el fin de prevenir posibles perjuicios aéreos debido a la erupción del volcán, aunque según ha informado Il Corriere della Sera, la actividad no está afectando, por el momento, al aeropuerto internacional de Catania.

El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología ha notificado una "disminución gradual" de los temblores que se habían producido a causa de la erupción y con los datos en la mano han observado que se ha alcanzado el pico de seísmos a las 9:45 horas.

Una actividad que, según el mismo organismo, parece haberse ralentizado tras la finalización de la expulsión de lava. "La fuente de lava ha terminado", aseguran, tras comprobar que el volcán había disminuido su acción.

El Etna es uno de los volcanes más activos de Europa y, a sus 3.300 metros de altura, hay que añadirle la actividad generalizada durante este año, ya que se han registrado varias erupciones en lo que llevamos de 2021.

La erupción coincide con la situación que están viviendo los palmeros y las palmeras en las Islas Canarias, con el volcán que ha provocado la destrucción de hasta 166 edificios por la lava expulsada desde el pasado domingo y que ha obligado al desalojo de unas 6.000 personas.