Fueron numerosísimos los criminales de guerra alemanes que hallaron refugio en España. Otros nazis peligrosos también encontraron su nuevo hogar, vida y personalidad en otros países latinoamericanos. Fue a partir de 1944, cuando la guerra se vuelca a favor de los aliados y el imperio de Hitler comienza a derrumbarse, cuando un buen número de nazis empiecen a huir de Alemania.

Se crearon redes y organizaciones para lograr esas escapadas y buscar nuevas identidades. Un papel muy destacado en ese repugnante objetivo se protagonizó desde España y con una mujer al frente. Se trató de la alemana afincada en nuestro país, Clara Sofía Stauffer Loewe. Una mujer que se convirtió en la principal protagonista de una oscura red de protección y huida de algunos de los más buscados criminales de guerra europeos.

Clara era hija del maestro cervecero alemán de la fábrica Mahou, Konrad Stauffer Ruckert, un alemán que se había trasladado a Madrid a finales del siglo anterior, y de Clara Sofía Loewe, oriunda de otra familia germana. Una familia con una posición relevante en las altas esferas madrileñas. En ese ambiente, Clara que fue educada en Alemania, estaba totalmente integrada acudiendo a todo tipo de eventos. De carácter hiperactivo fue muy aficionada y practicante del deporte, especialmente de la natación y del esquí. Este último lo practicaba en la sierra de Madrid. Hablaba varios idiomas, tocaba el piano y era una gran ajedrecista.

Devota de Hitler y de Falange

Desde su llegada a España se relacionó con círculos del falangismo que a su vez admiraban a los nuevos movimientos totalitarios europeos  como eran el nazismo de Hitler y el fascismo de Benito Mussolini. Clara veía enorme simpatía la proximidad del franquismo a los países del Eje. Frecuentó los círculos y ámbitos de José Antonio Primo de Rivera con quien trabó amistad. Relación de confraternización que se hizo más intensa con la hermana del fundador de Falange, Pilar. Esta la colocó en el escalafón de la Sección Femenina de Falange, en un lugar preeminente. En 1935, en periodo de guerra civil, Claudia Stauffer era ya Delegada de Prensa y Propaganda responsabilizándose de la conexión entre dicha Sección Femenina y la Alemania nazi y la Italia fascista. Miembros de esta sección de mujeres de Falange, entre ellas Claudia, viajaron constantemente a Alemania y a Italia, a congresos nacional-socialistas y a reuniones con las juventudes hitlerianas. Se datan al menos tres viajes a Alemania y uno a Italia.

En 1940 Clara Stauffer recibe otro empujón en su ascenso político como Auxiliar Central de la Sección de Propaganda y Prensa del Consejo Nacional de la Sección Femenina. En la práctica supuso estar en el tercer puesto de la potente e influyente rama femenina de Falange Española. Cuentan que su devoción al fascismo se escenificaba en su despacho decorado con los retratos.

Imagen de Clara Stauffer

ODESSA y las “líneas de ratas”

Stauffer integró lo que se denominó como ratlines (líneas de ratas), redes para ocultar y dar cobijo a los perseguidos nazis y otros fascistas europeos que abandonaban sus países al concluir la Segunda Guerra Mundial tras la victoria de los aliados. Al mismo tiempo que los refugiaban en España, también organizaban el operativo para trasladarlos a Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Chile, Perú y Bolivia. Una de estas líneas de ratas, era la conocida como ODESSA (Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen, “Organización de ex miembros de las SS”).

Antes, durante la guerra civil, Clara Stauffer se entregó a la labor de búsqueda de fondos económicos, materiales, suministros para lo cual viajaba a Alemania. Esta iniciativa la organizó desde España mediante una asociación alemana creada años antes por la colonia alemana en España, formada desde 1939 por la Nationalsozialistische Volkswohlfahrt (NSV) o protección social nacionalsocialista, entidad autorizada por el III Reich. Tras la liberación de Francia en 1944 y la entrada en España de centenares de soldados alemanes, esta actividad se hizo más patente e intensa.

Stauffer creaba y gestionaba papeles falsos, documentos y material para los numerosos fugitivos que llegaban a España, bien para quedarse aquí o bien para seguir viaje de huida y ocultación en Latinoamérica. En definitiva se prestaba ayuda a quienes necesitaban un rápido cambio de identidad como eran los fugitivos y desertores de la Wehrmacht que atravesaban la frontera entre Francia y España. Esta actividad se residenciaba en su domicilio particular, espacioso y señorial, del  barrio madrileño de Argüelles en la calle Galileo, número. Como una especie de almacén allí apilaba  botas, mantas, pantalones, camisas, calcetines, guantes y chaquetas. Además se proporcionaban actas de bautismo, contratos laborales en empresas “amigas” o refugio en casas de simpatizantes de la causa fascista.

Se casa con un famoso aviador nazi y es engañada y abandonada

Se casó en Madrid con un afamado aviador de cazas alemán, Walter Gulle Oesau y posteriormente le gestionó la documentación para que huyera a Argentina tras prestarle todo su dinero y adquirir una propiedad para ambos. Pero una vez que se marchó desapareció. Tras ir a su encuentro en Argentina, Clara descubrió que el aventurero nazi Walter llevaba otra vida al haberse casado con una joven  propietaria de una librería.  

Odessa fue organizado por Stauffer, con centros en Roma y Madrid. En España, estuvo impulsada por Otto Skorzeny, al que se le calificó como la persona más peligrosa de Europa. Clara Stauffer y su organización tuvo la inestimable ayuda de la iglesia católica que le proporcionaba las partidas de bautismo necesarias para los pasaportes.

Uno de los más sanguinarios personajes a los que ayudó a huir Stauffer fue el teniente coronel de la SS Adolf Eichmann. Este criminal de guerra fue el autor directo de la denominada “solución final” en Polonia así como el envío de deportados a los campos de concentración alemanes durante la segunda guerra mundial.

Franco no atiende la reclamación de los aliados para ser extraditada a Alemania

Se da la circunstancia de que en 1947, Clara fue la única mujer reclamada por el Consejo de Control Aliado al Ministerio de Asuntos Exteriores español, acusada de tejer y desarrollar una red de huidas para más 800 alemanes buscados. También el Servicio de Inteligencia Británico la puso en su lista de los 107 agentes nazis más buscados. Se exigía a Franco su detención y entrega al gobierno de la nueva República Federal alemana para ser enjuiciados. Petición que no fue oía y a la que Clara respondió que lo que hizo fue por ser obligada por la Gestapo.

Tras una vida en la que prosiguió con su afición al deporte y participando en campeonatos de natación hasta más de los 70 años de edad, Clara Stauffer Loewe fallecía en Madrid en 1984, a la edad de 84 años.

Protagonista de un libro de Almudena Grandes: “Los pacientes del doctor García”

Viene bien recordar ahora que Clara y su vida fueron protagonistas de una novela de la recientemente fallecida, Almudena Grandes. Un thriller y novela de espías, Los pacientes del doctor García, posiblemente la historia más internacional y trepidante de Almudena Grandes, en la que narra acontecimientos reales y desconocidos.