Una empresa de recursos humanos, Meccti, obliga a mujeres a quedarse en ropa interior durante su entrevista de trabajo, según los testimonios recogidos por elDiario.es a tres de las participantes en uno de sus procesos de selección de personal. El relato de una de ellas, Bianca, de 23 años, comienza con su asistencia a la cita que la compañía de contratación de personal especializado en el sector de la aviación había fijado en el hotel Meliá Barajas, próximo al aeropuerto de Madrid, el día 5 de noviembre de 2022 para optar a un puesto en la plantilla de la aerolínea Kuwait Arways como azafata de vuelo​​.

Desde el principio del proceso de selección, sus responsables lanzaron comentarios discriminatorios contra las propias mujeres que les ofrecían su capacidad para desempeñar el puesto de trabajo que ellos mismos demandaban. “Tienes el cuerpo de montaña rusa” o “no nos gusta tu sonrisa” fueron algunas de las discriminaciones en base al aspecto físico que estos entrevistadores pronunciaron hacia sus potenciales empleadas.

Cuando una de las personas del equipo de recursos humanos descartó a una de las candidatas, entonces comenzaron a llamar a una reunión en solitario en una sala a cada una de ellas. Allí fue donde las mujeres recibieron órdenes para desvestirse y quedarse en ropa interior para que una de las personas encargadas del proceso examinara sus cuerpos al detalle para una posterior valoración como criterio de selección, lo que constituye una práctica ilegal en España.

Meccti, empresa de recursos humanos especializada en aviación

La empresa de recursos humanos especializada en avión Meccti está contratada por Kuwait Arways en calidad de organizadora de estas entrevistas de trabajo para formar parte de su plantilla. La compañía de reclutamiento, con varias sedes en Oriente Medio, según la investigación del citado diario, es la convocante de diferentes procesos de selección también para otras aerolíneas, como uno en el mes de enero en Indonesia, más allá del mencionado que transcurrió en noviembre en Madrid.

En el próximo proceso de selección para el país asiático, Meccti estableció en el anuncio que publicó en sus redes sociales para los puestos de trabajo algunos requisitos como “altura y peso en proporción con una altura mínima de 160 centímetros”, “médicamente en buena forma, en disposición de pasar un reconocimiento médico en Kuwait” o “una excelente presentación general”. La documentación presentada por Bianca referido periódico confirma estas exigencias por parte de la empresa de recursos humanos, además de su testimonio: “La primera chica que entró salió llorando y nos contó que le habían hecho quitarse casi toda la ropa, salvo la interior. Era su primera entrevista. Las demás salieron contando lo mismo. A mí me costaba creerlo, estaba flipando, pero no estaban exagerando”.

“Me quedé en sujetador con la falda y las medias”

Cuando llegó su turno, esta aspirante al puesto de azafata vivió la misma práctica discriminatoria en dicho proceso de selección: “Me pidió que me subiera el vestido. Me lo subí un poquito, me llegaba hasta justo por debajo de la rodilla, y ella me lo subió hasta las bragas. El vestido tenía una cremallera por la espalda y me pidió que me lo bajara hasta la cintura y me quedara en sujetador. Ella decía que era para ver que no teníamos cicatrices, marcas de nacimiento, tatuajes. Iba dándose la vuelta para mirar exageradamente mi cuerpo”.

“Yo fui de las últimas, y vi a mucha gente saliendo con la camiseta medio abierta, todavía abrochándose, o con el vestido medio bajado o con la falda subida... Las que estábamos últimas nos mirábamos y decíamos: '¿Pero qué pasa?'”, asegura otra de las mujeres que ofrecían su capacidad para trabajar a la empresa de reclutamiento, Mariana, también de 23 años. En su caso, al entrar en la sala, cuenta cómo ve “otra chica con la cara como medio lavada pero ya vestida”: “El señor empezó a entrar y salir y me volvió a medir. Me dijo: ‘Tienes manchas en la cara, no me gusta'. Me froté la cara para que viera que es maquillaje y entonces me dijo si podía sonreír. Entonces, miró por dentro y fuera para ver mis dientes. Me hizo sonreír de perfil, a la izquierda, a la derecha. Me pidió que me quitara las gafas, porque no solían contratar gente con gafas”.

El testimonio de esta segunda candidata confirma que los responsables de estas entrevistas laborales para un puesto de trabajo en Kuwait Arways exigían verlas en ropa interior: “Me dijo si podía desabrocharme la parte de arriba de mi camisa. Me tocó el brazo para que me la quitara. Me quedé en sujetador con la falda y las medias. Me miró los brazos, me miró por delante y por detrás fijamente. Te sientes un animal de zoo. Iba apuntando en un cuaderno”.