El martes 20 de noviembre muchas parroquias aprovecharon el aniversario de la muerte de Franco para celebrar una misa en honor al dictador. En Madrid el acto litúrgico tuvo lugar en la iglesia de San Francisco de Borja, en el barrio de Salamanca, en pleno centro de la capital.
Pero además de esta, un gran número de franquistas se reunieron para celebrar una misa en la iglesia de San José de Santa Cruz de Tenerife. Frente a la parroquia, un grupo de vecinos con banderas republicanas jaleaba a los franquistas: “Canarias será la tumba del fascismo”.
Palabras que no debieron sentarle muy bien a un sacerdote que acudió a la misa. Mientras subía la escalinata, el eclesiástico bendijo a los que allí estaban presentes y a continuación hizo la peineta.
