La policía australiana ha acusado este jueves al cardenal George Pell -número tres y ministro del Tesoro del Vaticano- por presuntos delitos de pederastia. Su comparecencia ante ante la Corte de Magistrados de Melbourne está prevista para el próximo 18 de julio

La inculpación de Pell se produjo en las últimas fases de una larga investigación sobre las respuestas institucionales aportadas en Australia a los supuestos abusos sexuales cometidos contra niños, ordenada por el gobierno en 2012. El acusado habría comparecido en tres ocasiones en el marco de este caso y reconoció ante la comisión de investigación que había "fallado" en su gestión de los curas pedófilos en el estado de Victoria en los años 70. Sin embargo, Pell ya había sido acusado de abusos sexuales cuando era arzobispo de Sídney en 2002, aunque después fue exculpado. 

Por su parte, el acusado ha denunciado ser "víctima de un ataque incesante" a su reputación, por lo que quiere "preservar la integridad" durante el proceso judicial. Según la Archidiócesis Católica de Sídney, Pell regresará al país "cuando sea posible" tras su imputación por la policía. Según las autoridades, el Vaticano ha destacado la negación del acusado y ha afirmado que su vuelta dependerá de la recomendación de los doctores sobre su estado de salud. "El cardenal Pell regresará a Australia tan pronto como sea posible, para limpiar su nombre", apunta el comunicado. 

Asimismo, las fuentes de la entidad religiosa aseguran el respeto del Papa Francisco al cardenal por su "honestidad" y su "enérgica dedicación" a las finanzas del Vaticano. "El Vaticano expresa su respeto por el sistema judicial australiano que decidirá sobre las cuestiones que se planteen", afirma el escrito. "Es importante recordar que el cardenal Pell ha condenado pública y repentinamente como inmorales e intolerables los actos de abusos contra menores", añade.