La trayectoria de polémicas de Hazte Oír comenzó a ser llamativa cuando la organización sacó a las calles el autobús tránsfobo en el que se podía leer “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen”, haciendo alusión a que las personas no pueden cambiar su sexo biológico si no se sienten identificados como tal.

La última controversia, hace tan solo una semana, también ha estado alrededor de un autobús. En este caso, el vehículo morado pedía a los partidos de derechas la derogación de las leyes de violencia de género porque, según ellos, son discriminatorias hacia los hombres, junto a la frase de “no es violencia de género, es violencia doméstica” y una caricatura de Hitler con #StopFeminazis.

Hazte Oír contra ‘Aquí no hay quien viva’

Pero podemos remontarnos más atrás, hasta 2005 exactamente, para encontrar quejas de Hazte Oír hacia colectivos discriminados. Según ha recordado FórmulaTV, la organización de extrema derecha criticó a la serie Aquí no hay quien viva, y hasta solicitó una “retractación pública” a la cadena Antena 3, porque la serie que emitía había hecho un chiste “contra la familia”. Conforme decía el periódico 20minutos, el presidente de Hazte Oír Ignacio Arsuaga, afirmaba que en un capítulo se hacía un “llamamiento a acudir a una contramanifestación ilegal convocada por sectores minoritarios de homosexualismo”.

El episodio que denuncia Hazte Oír corresponde a la tercera temporada, concretamente el capítulo 31 llamado Érase una luna de miel. En una de las escenas, Fernando (Adriá Collado) y Mauri (Luis Merlo), quieren adoptar un niño y critican que el Gobierno tiene que aprobar la ley para que los homosexuales puedan adoptar. Cuando van a la oficina para solicitar la adopción, el funcionario, que es gay, les otorga la adopción porque el juez del caso la aprobará porque también es gay. Después, le pregunta a Fernando y Mauri: “¿Vais a ir a la contramanifestación del sábado? Para defender a los matrimonios gays. La cosa va a estar calentita: curas contra drag Queens”. 

La portavoz de la que fue productora de Aquí no hay quien viva, Miramón Mendi, dijo en su momento que es “una serie de ficción que está basada en el humor y que no pretende incitar a nada”. Sin embargo, Hazte Oír alegaba que el lobby gay estaba “utilizando” la serie para ponerse en contra de la familia. La organización quería que la cadena les diera un espacio en prime time a quienes organizaban la manifestación contra los matrimonios homosexuales “para defender sus posturas en defensa de la familia”. Arsuaga, además, dijo que “prometía un boicot” contra los anunciantes de Aquí no hay quien viva por esos diálogos.

La asociación de ultraderecha no fue la única, el Foro del Espectador criticó también el episodio de la serie, porque “emitieron mensajes subliminales sobre la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, favoreciendo al colectivo gay”, según declararon en 2005 a EuropaPress. También dijeron que la escena fue muy desafortunada porque “hay que dar prioridad a los derechos del niño, y no al deseo caprichoso de los adultos”. Asimismo, juzgaron la “falta de espíritu democrático” en Aquí no hay quien viva porque, para ellos “el niño tiene derecho a un padre y una madre, para el que el desarrollo sea armónico”.

Cabe destacar que, aunque ambas asociaciones solo criticaban que había ideales contrarios a la familia, muchos otros espectadores valoraros la diversidad y la tolerancia de la serie. Casualidad o no, las leyes del matrimonio homosexual y de la adopción homoparental salieron adelante en 2005.