Casi una semana después de que saliera a la luz que Daniel Sancho había confesado ser el presunto autor del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta y siguen filtrándose detalles de la investigación.

La policía tailandesa ha encontrado mensajes que confirmarían que Arrieta amenazaba a Sancho con matarle si dejaba el tipo de relación que tenían. Si bien es cierto que ha sido imposible confirmar la fecha de ese mensaje ya que, según varias informaciones de la prensa local, el movil de Arrieta estuvo operativo mientras Sancho permanecía en la comisaría retenido.

En concreto, el médico colombiano habría amenazado con matar a Daniel Sancho a través de un mensaje de texto, tal y como indicaba el periodista Adrián Foncillas. "Hasta ahora sabíamos que Edwin había amenazado con mostrar fotografías comprometedoras de Daniel si rompía con él. La policía nos ha dicho que en los chats que han recuperado del teléfono de Daniel también se lee a Edwin amenazando con matarle si decide romper con él finalmente", ha comunicado en Espejo Público explicando que había hablado con "uno de los líderes de la investigación".

Este jueves Alejandra Rubio explicaba que había cosas a Sancho que "no le cuadraban" respecto a Arrieta. La hija de Terelu Campos, que tiene amigos en común con el hijo de Rodolfo Sancho, ha tenido acceso a su círculo más íntimo. De hecho, ellos se enteraron de que algo había ocurrido en Tailandia por Viviana, una amiga de Edwin Arrieta.

“Se enteraron por Viviana y al principio no sabían qué había pasado, pensaban que iba más por el tema de que a Sancho le había ocurrido algo, pero luego se enteran de que no es así viendo las primeras noticias del caso”, explicaba la colaboradora de Así es la vida.

Además, ha confirmado que ambos se conocieron por Instagram porque les gustaban temas relacionados con la comida y el chef solía responder a sus seguidores.

“La clave para mí es que Sancho le manifiesta a alguno de sus amigos que hay cosas de Edwin que no le cuadran”, decía la colaboradora, explicando que, según lo que le han contado sus amigos, Edwin querría invertir no solo en el negocio de Daniel sino en el de amigos comunes.

“Se quería mudar a España y comprar una casa para montar una clínica aquí”, explicaba sobre las intenciones de Arrieta y explicaba que estos movimientos despertaron las suspicacias de Daniel: “Es algo que Sancho le manifiesta a sus amigos, de 'no sé en qué plan va esta persona porque está haciendo cosas que no me cuadran'”.

Más mensajes: "Todo es cierto, olvidadme"

También se ha disculpado con sus amigos. En el texto enviado a varias personas de su círculo cercao, el joven pide perdón por el durísimo trance que está haciendo pasar a todos los que le quieren: "Siento que estéis teniendo que ser de esas personas que sufren esto". Además, justificaba el presunto asesinato y posterior descuartizamiento del cirujano: "Me estaba amenazando tanto a mí como a mi familia. Estaba defendiendo mi vida y la de todos los que quiero. Algún día conoceréis toda la verdad".

De hecho, sus amigos, que no le creían, dudaban de lo que les contaba. "No, tío, es verdad. Olvidaros de mi. Estoy bien, no tenía otra opción", comentaba al respecto despidiéndose con un "te quiero". 

Nueva hipótesis

"Estaba defendiendo mi vida y la de las personas que quiero" o "siento que estéis teniendo que ser de esas personas que sufren esto" son algunos de los mensajes que él mismo mandó a alguien muy cercano de su entorno tras la detención. Pero no fue un suceso fortuito, sino premeditado, tal y como apuntan los investigadores a la luz de las pruebas. Así, el programa de Telecinco dedicó buena parte de su emisión a intentar arrojar luz al caso y habló con el director de la cárcel tailandesa donde se encuentra Sancho, con el abogado de la familia del asesinado y con algunos expertos para analizar el perfil del autor confeso. Una de las declaraciones más sorprendentes fue la de la criminóloga Carmen Balfagón.

La también abogada planteó una hipótesis que podría suponer un giro fundamental en la investigación, y es que alguien colaborara con el joven para cometer el crimen. "Estoy segura de que estaba acompañado", ha asegurado Balfagón, quien puso el foco en que Sancho dijo haber tardado tres horas en descuartizar el cuerpo, lo que a su juicio es imposible. "El desmembramiento de un cadáver lleva mucho tiempo. Dicen que pueden ser tres horas solo si estás ayudado por alguien", ha sostenido para depender que "para separar los miembros de un cuerpo hay que tirar, por ejemplo, de un brazo, para sacar el hueso en toda su extensión". "Estoy convencida de que estaba acompañado por alguien", ha insistido.