El caso del médico que fue detenido en marzo junto a su mujer por maltratar y agredir a sus ocho hijos menores es todavía más crudo de lo que se conocía. El diario El Mundo ha revelado que los horrores vividos en el chalé de Colmenar Viejo, en Madrid, llegan al punto de la agresión sexual continuada por parte del progenitor. Una de las hijas acusó al padre, en su nueva declaración como prueba preconstituida realizada la semana pasada, de obligarla a ver porno y de representarlo para él. 

Estos deleznables episodios ocurrieron entre febrero y marzo de este año, según el relato de la menor de 14 años. La joven expresó, además, que sufría palizas si desobedecía las órdenes de su padre, y reconoció que un día llegó a obligarle a tocar a su madre al negarse a hacerle una "chupadita". Por su parte, la hija ha exculpado a su madre de estos abusos y del maltrato, y aseguró que está deseando volver con ella. A su vez, tampoco le ha reprochado su no actuación ante los abusos de su padre, médico del Hospital Gregorio Marañón.

Según se ha desprendido de la declaración de la víctima, su padre se percató de que tanto ella como su hermana usaban Discord, una aplicación / plataforma online donde grupos de amigos hablan virtualmente y donde existe un gran número de canales de diferentes temáticas como pueden ser juegos o música. Investigando esta red social, el padre descubrió contenido pornográfico.

 

"Y así fue cuando nos obligó a ver vídeos pornográficos. Nos decía: 'Como os gustan tanto los vais a ver conmigo'", testificó. La menor relató ante el fiscal y el juez qué tipo de vídeos "consumían" (eran obligadas a consumir) junto a su padre. Y expuso una mañana concreta en la que se estaba preparando para ir a clase, cuando su padre le dijo que no iría al instituto. "Me dijo que yo había tenido relaciones sexuales con alguien, que le dijera con quién. Le contesté que no, que preguntara en el instituto. Ni había hecho pellas... Entonces me dijo de ver vídeos porno. Le volví a decir que no quería, incluso llorando, que no me gustaban. 'Hasta que no te sientes conmigo y no los veas no vas a salir de aquí'... Y cerró la puerta", explicó

"Me pedía que lo representase con él" 

Sin embargo, esta no fue la única ocasión en la que sufrió estos horrores, sino que se trataba de una conducta reiterada por parte del padre. "Otras veces, de madrugada, nos levantaba. O nos decía que estuviésemos despiertas hasta que él llegara de trabajar, sobre la 01:00 de la noche, para seguir viendo vídeos pornográficos hasta que le diésemos explicaciones. Otras veces nos hacía quedarnos hasta las cuatro o cinco de la mañana hablando, habiendo clase al día siguiente", desveló.

Esta obsesión por la pornografía alcanzó límites enfermizos. Una de las partes más escalofriantes del testimonio de la menor llegó cuando sostuvo que su padre llegó a pedirle "representar con él" los vídeos, y que "recibía palizas" si se negaba a hacerlo. "Yo me negué todas las veces. '¿Me vas a desobedecer? Espérate que me levante'. Se levantó y me dio una paliza por negarme. Me dijo: 'Soy tu padre, me tienes que obedecer. Si me quieres, tienes que hacer lo que yo te diga'. A mi hermana también le pegó por negarse", expuso la adolescente, para la estupefacción de todos los presentes.

"Me temblaba todo el cuerpo. Me ponía muy nerviosa porque no sabía cómo iba a reaccionar él, y entonces yo tampoco sabía cómo actuar", confesó. "Me pedía que me quitara los pantalones, luego las bragas... Y después que me tumbase en el sillón y ponga las piernas arriba. Me empezaba a tocar ahí abajo porque, según él, había tenido relaciones sexuales". Este testimonio, que fue corroborado por un sanitario, fue acompañado de otras amenazas: "Me pidió el nombre de con quién lo había hecho, 'que le iba a matar', pero yo nunca había tenido relaciones... Y me volvió a dar otra paliza más, porque no le decía la verdad", aseguró.

"Me llegó a meter los dedos mientras ponía cara de odio, dos o tres veces, incluida la que he contado. Otra vez me obligó a desnudarme entera para ver si me había depilado las piernas o abajo", prosiguió la víctima. "Una noche mi padre dijo que como no le queríamos hacer una 'chupadita', íbamos a tener que tocar a nuestra madre, en el pecho y abajo. Le dije que no... Así que me cogió la mano y me obligó. Mi madre estaba con ropa. Ella tampoco quería, pero mi padre hizo lo que le salió de las narices", contó, exculpando nuevamente a su madre.

"Si cuentas algo de lo que pasa, te mato"

A su vez, la menor explicó en el juzgado que estas conductas no se quedaban en lo personal, sino que su padre no se cortaba y, "una vez, en una comida, delante de mi madre y hermanos, dijo que luego 'me vas a hacer una chupadita'", y asegura que el padre les amenazaba violentamente si se atrevían a contar lo que estaba pasando: "'Si tú cuentas algo de lo que pasa fuera, te mato'. Yo tenía esa frase grabada en la cabeza... Que lo que pasaba en casa se quedaba en casa", relató. 

La Guardia Civil llevaba tras este caso un largo tiempo y, en los informes previos, nunca se mencionaron estas presuntas agresiones sexuales relatadas ahora por una de las hijas. El pasado 29 de marzo, la Guardia Civil detuvo en su casa de Colmenar Viejo a este doctor y a su mujer, de 56 y 45 años, acusados de maltratar a sus ocho hijos menores de edad. "Los niños eran castigados físicamente, estaban malnutridos y dormían arrinconados en varias literas dentro de una habitación de la vivienda, en un estado totalmente insalubre", relatan las fuentes oficiales. Los menores, de cuatro a 14 años, contaron a los agentes que estaban siendo agredidos, obligados a faltar a clase y que recibían un trato degradante de su padre. Los niños se encuentran ahora en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid y los padres perdieron la tutela de los cuando declararon, pero quedaron en libertad.

Rodillos de cocina, cuchillos y otros utensilios eran algunos de objetos con los que eran castigados. La confesión de una de las hermanas a su profesora abrió una nueva línea en la investigación y desveló estos presuntos abusos sexuales. El padre ya había tenía antecedentes al haber sido denunciado por malos tratos por una de sus hijas.

Los padres, por su parte, han negado por completo el maltrato, alegando que la denuncia era fruto de "la etapa difícil de la adolescencia" y de "las malas compañías que frecuentaban".