El periodista y presentador de televisión Xavier Sardà ha escrito una carta de despedida a su hermana, la actriz Rosa María Sardà, fallecida el pasado 11 de junio a los 78 años, en la que confiesa que era su lectora más fiel y le enseñó "a ver el mundo con su apasionante temperamento y su enorme cultura".

Bajo el titular 'Una lectora menos', y publicado en El Periódico de Catalunya, Xavier Sardà afirma que su hermana no era "una lectora cualquiera. Ha sido una lectora crítica, apasionada y entusiasta. Habitualmente me enviaba sus comentarios por WhatsApp y, cuando el tema lo requería y era de mayor envergadura, había llamada". 

"Decir lo que pienso aunque no guste a todos"

"De esta lectora he aprendido a decir lo que pienso sabiendo que, por tanto, no es posible gustar a todo el mundo. Se aprende mucho de los lectores", escribe el periodista, que reconoce que "cuando uno escribe piensa casi inconscientemente en algunos prototipos de lectores. Esta lectora siempre me venía a la cabeza cuando tecleaba mis artículos, aunque fuera un instante".

"Hoy pido disculpas porque no se me ocurre hablar de ningún otro tema. Sin mi lectora me he quedado bastante solo. Digo "bastante", para hacerme el distante. La verdad es que la falta de mi lectora es irreparable. Creo que hablaré con contabilidad y que no me paguen este artículo. Es un artículo que no lo es", afirma Sardà.

"Ella no lo leerá, para mi bien físico"

El periodista, que asegura que estuvo a punto de no escribir nada esta semana por la falta de su lectora, pide "condescendencia y comprensión, a pesar de que yo mismo no sé si se las otorgaría a un cronista que adolece de este modo de la falta de una lectora. El caso es que este deslavazado texto ella no lo leerá, creo que para mi bien físico".

Su apasionante temperamento y enorme cultura

Sardà comparte que puede imaginar a su lectora más cercana "diciéndome que me deje de historias y de cuentos y que a ver si me pongo en solfa y me dejo de tonterías. Agradezco a mi lectora que me haya enseñado a ver el mundo con su apasionante temperamento y su enorme cultura. Adiós, lectora", se despide el periodista.