Un nuevo terremoto ha sacudido México. Esta vez, la virulencia ha sido mayor y, aunque se ha vivido durante el día -a diferencia del anterior, que ocurrió por la noche, con mucha gente en sus casas- el número de víctimas es mucho mayor y no para de crecer.

Varios ciudadanos han grabado las escenas de pánico, con edificios derrumbándose ante ellos e incendios propagándose por la ciudad.