La Covid-19 ha traído como consecuenta una crisis a nivel global, y no solo en nuestros bolsillos, sino también una crisis personal como en el caso de los fisioterapeutas, quienes han visto reducido su calidad de vida durante la pandemia.

En el transcurso de la pandemia, los profesionales han visto cómo empeoraba su calidad de vida, debido a que sus condiciones laborales – que de por sí eran precarias – se han visto agravadas por el virus.

Este resultado ha sido confirmado por el estudio de Sondea realizado para el Sindicato de Enfermería, SATSE, tras emitir una encuesta entre estos profesionales sobre sus condiciones de trabajo y su situación personal ante esta crisis sanitaria.

Según los datos, la calidad de vida se ha reducido en 2,5 puntos de media si se compara con la situación anterior a la pandemia, donde le daban una puntuación de 5 puntos sobre 10.

SATSE afirma que las condiciones antes de esta crisis no eran buenas, y tras el estudio, se ha comprobado que ha empeorado.

La encuesta realizada por Sondea para la organización sindical expone que se ha incrementado el porcentaje de fisioterapeutas que puntúan su calidad de vida actual con la menor nota (de 0 a 4). Anteriormente, solo lo hacían un 4,4% y ahora un 32,40% de profesionales dan una calificación entre el 0 y el 4.

Otro de los puntos con los que han tenido que lidiar los profesionales, ha sido con el problema para concordar la vida laboral y personal. El 20% de los encuestados han tenido dificultades para que alguien se quedase al cuidado de sus hijos mientras trabajaban. Asimismo, el 33% no han podido optar a un cambio de turno para poder coordinar su vida familiar con la laboral.

Durante la pandemia, la mayoría de los profesionales se hospedaron en su domicilio habitual (97,77%), con las medidas necesarias de seguridad para proteger y cuidar a sus familiares. Tan solo un 2,23% tuvieron la oportunidad de alojarse en una segunda residencia o en alguna vivienda vacía de un familiar.

Según SASTE, todos estos datos confirman el gran impacto que ha causado el virus en los trabajos y las relaciones familiares de los fisioterapeutas. Esta situación se agravaba cuando los profesionales llegaban a su puesto de trabajo y no tenían el material sanitario suficiente para desempeñar su labor.

Concretamente, los encuestados suspendieron con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad de material de protección que tuvieron a la hora de enfrentarse a esta pandemia en los centros sanitarios y sociosanitarios. De hecho, seis de cada diez se vieron en la obligación a reutilizar las mcasrillas FPP-2 o FPP-3 para atender a pacientes afectados por Covid-19.