La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha inaugurado el hospital Enfermera Isabel Zendal, su proyecto contra la pandemia. La superficie total del nuevo hospital es de 80.000 m2, menos que el hospital de campaña de IFEMA, tiene tres pabellones con unas mil camas de hospitalización y 48 camas para UCI. El Ejecutivo regional abrirá de manera progresiva, con lo que inicialmente solo se desplegarán 240 de sus 1.000 camas, así como 16 puestos de UCI y 32 de cuidados intermedios.

Para atender el primer pabellón, el nuevo hospital necesita 669 profesionales, sin embargo, de momento la Comunidad de Madrid solo ha conseguido reclutar a un centenar de voluntarios para cubrir estos puestos. Los operarios denuncian que el hospital no está listo para su inauguración, “esto es un solar lleno de camas”, dicen. La inauguración se ha llenado a sus puertas de decenas de manifestantes pertenecientes a organizaciones sanitarias en contra de su modelo privatizador, su sobrecoste, su falta de recursos y el traslado de personal sanitario. Sobre los puestos que faltan, el consejero ha señalado que la Comunidad recurrirá a los 11.600 contratos de refuerzo que se pusieron en marcha hace meses como medida contra la saturación sanitaria. Comisiones Obreras ha considerado esto “surrealista”, ya que esos contratos son para reforzar las plantillas de los hospitales. Según Ayuso, el Isabel Zendal recibirá pacientes la próxima semana, por lo que deberá cerrar la plantilla cuanto antes.

Sobrecoste de 50 millones de euros

Pese a que el proyecto que se presentó contemplaba un coste de 50 millones de euros, lo cierto es que las arcas públicas han tenido que desembolsar el doble. La propia Comunidad de Madrid confirmó la exclusiva de ElPlural.com de que la región ha tenido que pagar por el centro “en torno a 100 millones de euros”. Este sobrecoste ha sido justificado por el gobierno madrileño aludiendo a las “mejoras” que han tenido que incorporar sobre la idea principal.