El juicio por los delitos de abuso sexual cometidos por un hombre en Logroño se ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad. El acusado ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de dos años de prisión por cada uno de los delitos, que se le imputan por haber intoxicado con alcohol a una joven de 21 años y abusado de ella en un bar y en su domicilio en julio de 2020. En la Audiencia Provincial, se ha llegado a un acuerdo que también establece cinco años de libertad vigilada y una prohibición de acercarse a la víctima durante siete años.
El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja ha explicado que la pena de prisión queda suspendida bajo ciertas condiciones. El acusado debe evitar delinquir durante el tiempo de condena, cubrir los gastos del SERIS, no quebrantar la orden de alejamiento y someterse a un curso de educación sexual. Este acuerdo ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas y la reparación del daño, ya que el acusado ha abonado a la víctima 36.000 euros por las lesiones y daños morales sufridos. La Fiscalía había solicitado inicialmente una pena de 14 años de cárcel y una indemnización de 25.000 euros.
El acusado acepta la condena por abuso sexual tras acuerdo de conformidad
Los hechos ocurrieron el 15 de julio de 2020, cuando el acusado, de 30 años, contactó con la víctima a través de 'Instagram'. Al día siguiente, el hombre propuso un encuentro en un bar de Logroño, del cual era propietario. La joven acudió a la cita, donde el acusado cerró el establecimiento para evitar la entrada de clientes. Durante el encuentro, el acusado preparó varias bebidas alcohólicas para la joven, quien ingirió cócteles, chupitos y un cubata, sin que se haya determinado la cantidad exacta de alcohol consumido.
Una vez que la joven comenzó a sentir los efectos del alcohol, el acusado, con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, mantuvo relaciones sexuales sin consentimiento en el suelo del bar. Según la Fiscalía, la joven estaba en un estado de consciencia disminuida y sin capacidad volitiva debido al alcohol. Posteriormente, el acusado le ofreció agua y, tras vomitar varias veces, le propuso ir a su casa para recuperarse. En el domicilio, el acusado volvió a abusar de la joven, quien no recuerda lo sucedido debido a su estado.
Después de los abusos, el acusado acompañó a la joven a la plaza del Espolón de Logroño alrededor de las 22 horas. La víctima sufrió lesiones durante 30 días y un perjuicio personal básico durante 150 días, además de desarrollar un trastorno de estrés postraumático como secuela. El acusado tiene impuestas medidas cautelares que incluyen una orden de alejamiento de 200 metros respecto a la víctima, prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio, prohibición de salida del territorio nacional y retención del pasaporte.
