Diciembre ha comenzado, y con él, los repuntes de gripe y COVID. Este mes frío, protagonista por las celebraciones navideñas, suele dejarnos todos los años un aumento de los casos de virus respiratorios, los cuales este año han golpeado con más fuerza a los niños entre uno y cuatro años, seguido por adolescentes hasta los 19 años.
El pico del aumento de casos este año se espera antes de Navidad, por lo que los expertos recomiendan ventilar los espacios interiores adecuadamente y evitar aglomeraciones. Una vez más, se señala la importancia de la vacunación para combatir los contagios acelerados que estamos viviendo esta última temporada.
Fue durante la última semana de octubre cuando el número de casos de gripe en España aumentó de forma significativa. Según datos del informe del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la tasa de gripe entre el 27 de octubre y el 2 de noviembre pasó de 16,7 a 20,3 casos por cada 100.000 habitantes.
Estos datos suponen los niveles de transmisión más altos de las tres últimas temporadas. Si comparamos con los casos del año pasado, 2024, encontramos que la tasa era de 9,9 casos, una tasa mayor que la del año 2023, donde encontrábamos 8,4 casos por cada 100.000 habitantes.
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Desde ElPlural.com hemos contactado con Bárbara González, profesora de Epidemiología Ambiental y Salud Pública de la Universidad Europea. González describe la situación epidemiológica actual de COVID y gripe como algo con “cosas buenas y cosas malas”. “A diferencia de antes, ahora la gente se hace mucho test de antígenos en la farmacia, entonces se comenta mucha más”, defiende la profesora. Como aspecto positivo, encontramos el ser “conscientes” de este repunte sanitario, algo que “a lo mejor” hace que no “vayamos a ver a nuestra abuela a la residencia porque hemos aprendido esas cosas básicas, o que la gente lleve mascarilla de vez en cuando, cosa que antes nunca se hacía”, prosigue González. Como aspecto negativo encontramos la gran cantidad de información que se encuentra del tema, lo que puede hacer que “sintamos que es más grande que quizá lo que fue”, señala González.
A su vez, dentro de los factores ambientales o estacionales, Barbara González, señala “el estar encerrados, cuando hace frío ventilamos menos la casa, la oficina, el espacio general en el que estemos, y esa acumulación hace que haya mucha facilidad de contagio”. “En verano siempre hay ventanas abiertas, siempre se está ventilando”, compara la profesora. “A nivel general lo que sabemos que más aumenta el riesgo de que surjan nuevos virus, o que muten los que ya tenemos en contacto es la biodiversidad, que la naturaleza sea rica, prominente, que haya muchas especies…”, pone de manifiesto Bárbara, argumentando que esto “ayuda mucho” a que les cueste a los virus mutar y encontrarnos “un efecto que no se nota tanto de un año para el otro”, sino que más bien, se va de cierto modo “acumulando”, generando “mutaciones” y “nuevas cepas”.
En cuanto a las principales diferencias entre los síntomas de COVID y gripe este año, encontramos como “una vez más, no lo tenemos claro”, esto se debe a que “son dos virus distintos que afectan al sistema respiratorio”, defiende González. “El síntoma tiene más que ver con una parte de azar. Si se produce en la parte más alta del sistema respiratorio, lo más probable son los estornudos, el dolor de cabeza y ese moqueo constante”, explica la profesora de la Universidad Europea. Además, defiende que “si por azar la gripe bajase a los pulmones, donde se produce la infección, sí que se puede generar algo lo peligroso como son las neumonías”.
Mayor riesgo por estar "trajinados" en el transporte público
Otro punto para destacar por Bárbara González, dentro de los factores socioeconómicos y laborales que influyen en los contagios, es sin duda “la higiene”. “El concepto de higiene es más grande que simplemente lavarte las manos, también tiene que ver en cuántos metros cuadrados vives, y con cuánta compañía”, pone de manifiesto la docente. Además, explica cómo existen un gran cantidad de riesgos dentro de las grandes ciudades, usando el término “trajinado” para referirse a cómo se viven las aglomeraciones diarias en el transporte público.
Como consejo para no saturar el sistema sanitario durante este repunte, Barbara González apunta a las necesidades propias: “Si estamos en un momento en el que claramente sentimos que necesitamos algún tipo de ayuda o tratamiento porque nos encontramos especialmente mal, pues sin duda acudimos al sistema sanitario en el formato que sea”, comienza explicando González, quien defiende el sistema de “autobaja” para no colapsar este sistema sanitario. “Yo abogo por ese sistema que lo tuve cuando trabajaba en Alemania, porque a veces solo necesitas un día, y lo tienes que pasar en urgencias”, defiende en lo relativo a este sístema que está siendo estudiado en España. “En ese sentido, me gustaría que hubieses un poco más de comprensión en los sistemas laborales, entendiendo que es un solo día”, explica firmemente la profesora. “Cuando ya notas un dolor en el pecho fuerte y que te cuesta respirar, ese me parece un buen síntoma para tener claro que hay que ir a urgencias”, explica para no acudir con rapidez y colapsar los hospitales ante el rebrote.
En lo respectivo a Reino Unido y el confinamiento que el país está comenzando a aplicar, la profesora ha defendido que cree “por delante del confinamiento van a ir medidas como las mascarillas, principalmente”, con el ejemplo de la posibilidad de que vuelva a haber mascarillas gratuitas. Además, ha explicado la importancia de que “la incidencia no supere la capacidad de las camas de los hospitales”.
Analizando el panorama español, con el reciente debate entre Sanidad y las consejerías autonómicas, la profesora ha señalado que estas polémicas “son debates que tienen más que ver con un panorama global y económico que únicamente con medidas de salud pública”. “Es una pena que el debate no tenga mucho que ver con criterios de salud, es una pena que el año pasado no se consiguiera un panorama común”, denuncia González.