La Justicia ha considerado injustificable el retraso en la atención a un paciente en O Carballiño (Ourense), que murió en 2018, y ha condenado al Servicio Gallego de Salud (SERGAS) a indemnizar a la familia con 86.000 euros.

Se tardaron cuatro horas en atenderle a pesar de su urgencia

El hombre llegó a un centro de salud en O Carballiño el 3 de enero del 2018 y su tensión alertó a los médicos, que lo derivaron al servicio de urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), al que llegó poco después de las doce del mediodía. A pesar de que los facultativos del ambulatorio informaron que debían verle en menos de una hora, el paciente no fue atendido hasta las cuatro de la tarde, cuatro horas después.

A esa hora, su situación se había agravado, ya que su tensión arterial se había elebado y le provocó un daño irreversible en las arterias cerebrales, desatándose una hemorragia. Murió el día de Reyes.

Ahora, tres años después de los hechos, el titular del Juzgado Contencioso Administrativo 2 de la capital, José Andrés Verdeja, ha considerado que el retraso fue "injustificable" y que ha habido "un flagrante incumplimiento" de "los protocolos establecidos, que requerían una atención médica en un plazo inferior a 60 minutos", y condena al SERGAS a indemnizar a la familia con 86.000 euros. Una medida que, desgraciadamente, no devolverá la vida al hombre. 

Nadie controló el estado del paciente

"Entiendo que manejar recursos humanos es difícil, pero el hospital tiene más médicos que los que están en el servicio de urgencias en su sentencia, que critica que nadie se ocupara de controlar el estado del paciente, y que no se atendieran las peticiones de los familiares, que veían como empeoraba.

"Desconozco, y creo que nadie podrá saberlo con certeza, si el resultado hubiese sido el mismo de haberse prestado atención médica en el plazo marcado, pero lo que es incuestionable es que, si se hubiesen respetado los protocolos, seguramente se hubiese podido dar una mejor respuesta", afirma el juez.