La agilidad en el acceso a pruebas diagnósticas no solo incrementa la eficiencia del sistema sanitario, sino que también resulta determinante en la evolución de numerosas enfermedades. Por ello, los tiempos de espera se han consolidado como un indicador clave para medir la capacidad de respuesta de los servicios de salud. En este contexto, la Comunidad de Madrid ha registrado avances significativos en la gestión de las pruebas diagnósticas durante el mes de marzo.

Según los últimos datos oficiales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), la reducción en la demora media de espera para pruebas diagnósticas, pasó de 58,80 días en febrero a 59,35 días en marzo. Además aumentó el número de pacientes con esperas más cortas de menos de un mes, que pasó de 51.931 en febrero a 44.658 en marzo y se redujo el número de pacientes con esperas largas, -de más de 90 días-, de 97.931 en febrero a 95.111 en marzo. Por último, la demora media estructural para los pacientes atendidos en la primera técnica también registró un leve descenso de 1,31 días, lo que demuestra un esfuerzo por mejorar la eficiencia del sistema en su conjunto.

Otro de los puntos destacados fue que el número de pacientes en espera estructural para la primera atención disminuyó en 7.812 personas con respecto a febrero, pasando de 197.507 a 189.695. Además, se registró un aumento en el número de pacientes atendidos durante marzo, llegando a los 187.956, lo que supone 15.732 personas más que en el mes anterior (172.224). Este incremento está en línea con la mejora en la capacidad de entrada al sistema, que pasó de 222.657 pacientes en febrero a 231.113 en marzo, lo que indica que la red asistencial no solo ha incrementado su capacidad de admisión, sino también su eficacia para dar respuesta a una mayor parte de la demanda.

Hospitales madrileños y eficiencia en pruebas diagnósticas

Los tiempos de espera para pruebas diagnósticas pueden variar en función de diversos factores. Uno de ellos es la complejidad hospitalaria. La atención de las pruebas diagnósticas en los hospitales de gran complejidad es crucial debido a la gravedad de los casos que atienden, lo que hace que la gestión eficiente de sus listas de espera adquiera mayor relevancia. La agilidad en las pruebas diagnósticas facilita una intervención más oportuna en el tratamiento de enfermedades críticas.

Según los últimos datos del SERMAS, los hospitales de alta complejidad más eficientes en la realización de pruebas diagnósticas son: el Hospital Clínico San Carlos con 21,63 días de espera media; el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda con 31,86 días y el Hospital Fundación Jiménez Díaz con 32,79 días. A más distancia se encuentran el Hospital General Universitario Gregorio Marañón con 42,56 días; el Hospital Universitario Ramon y Cajal con 62,53 días; el Hospital Universitario 12 de Octubre 64,35 días; el Hospital Universitario de la Princesa con 65,13 días; y por último el Hospital Universitario La Paz con 79,72 días.

Entre los hospitales de media complejidad (Grupo 2), que soportan un menor volumen asistencial y atienden casos menos complejos, presentan tiempos de espera reducidos el Hospital Universitario de Torrejón (14,45 días) y el Niño Jesús (25,10 días). Superan el mes de espera el Hospital General de Villalba (31,12 días), el Hospital Fundación Alcorcón (40,47 días), el Rey Juan Carlos (44,75 días), el Infanta Leonor (45,69 días), el Severo Ochoa (52,65 días) y el Gómez Ulla (56,14 días). Registran más de dos meses de espera el Hospital Universitario de Fuenlabrada (60,75 días), el de Getafe (61,79 días), el Príncipe de Asturias (67,36 días), el Universitario de Móstoles (72,10 días) y el Infanta Sofía (73,08 días).

Los últimos datos del SERMAS reflejan que la tendencia general apunta a una mejora progresiva en el acceso a las pruebas diagnósticas en la Comunidad de Madrid. Esta evolución positiva en los indicadores de espera es un paso esencial hacia un sistema sanitario más ágil y eficaz. Para mantener y acelerar este ritmo, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha diversas iniciativas, como el Plan de Salud Digital, que permite a los ciudadanos acceder a su información clínica a través de la Tarjeta Sanitaria Virtual, incluyendo desde septiembre la visualización de pruebas médicas con imágenes en la aplicación móvil. Además, se han realizado inversiones en la modernización de infraestructuras informáticas y en la incorporación de herramientas de inteligencia artificial para mejorar la precisión diagnóstica y agilizar la toma de decisiones clínicas. Estas medidas buscan consolidar un sistema sanitario más eficiente, reducir las demoras en el acceso a las pruebas diagnósticas y garantizar una atención de calidad para toda la población.