El avance tecnológico ha hecho que los más adolescentes vivan por y para el uso del teléfono móvil. Las redes sociales, la instantaneidad del mensaje y el fácil contacto con sus compañeros hace que muchos alumnos vean algo normal el uso de sus smartphones durante las clases.

Cada vez más profesores han reclamado una medida que regule la prohibición del uso del aparato electrónico que no hace más que distraer al alumno y dificultarle la adquisición de conocimientos que son importantes.

Es por ello que la Comunidad de Madrid ha decidido implementar una medida muy restrictiva. A partir del próximo curso escolar, 2020-2021, todos los alumnos de la provincia no podrán usar sus teléfonos móviles en clase. La nueva norma afectará a más de 800.000 alumnos y, aunque no se conocen cuáles podrían ser las consecuencias de saltarse la norma, tanto en los colegios públicos, como en los concertados, el estudiante deberá dejar de lado su smartphone durante las horas lectivas.

Además de ayudar a los estudiantes a centrarse en la clase y adquirir mayor cantidad de conocimientos, esta medida sirve para poner fin al ciberacoso y al bullying. La publicación de vídeos de alumnos peleándose, las críticas en redes sociales o el acoso, se verán disminuidos con esta nueva norma, intentando extraer del ámbito social digital de los alumnos. La normativa afectará a todos los alumnos de colegios públicos o concertados, de enseñanza no universitaria, exceptuando a los de cero a tres años. 

Madrid se convertirá en la tercera autonomía española donde el uso de teléfonos en clase estará prohibido por decreto después de Galicia y Castilla-La Mancha