La inconcebible estafa por parte de Ricardo A.G. a su vecina Ana María H.L., que padecía un 65 por ciento de discapacidad psíquica y con la que tenía una "estrecha relación de confianza al menos desde 2013”, ha acabado en los juzgados. En concreto, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla celebrará este miércoles un juicio en el que se tendrá que dilucidar si este hombre sevillano cometió dos presuntos delitos de falsificación en documento mercantil en concurso con un delito de estafa y un delito adicional más de estafa.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Ricardo A.G. habría conseguido que Ana María H.L. le comprase dos coches marca Opel "utilizados por el investigado y un hijo de este", ambos "a nombre de la víctima”. Para ello, Ana María tuvo que recurrir a un préstamo de hasta 28.208 euros.

Además de coches, Ricardo A.G., "aprovechando la falta de conciencia y voluntad" de la citada mujer y "abusando" de su confianza, también habría conseguido que le comprase mobiliario para su domicilio por valor de 3.263 euros.

Pero ahí no acaba la cosa. El 29 de noviembre de 2019, cuando Ana María H.L. falleció, Ricardo A.G. pretendió seguir robando a su vecina.

Para ello, el acusado se personó en el domicilio de la mujer el mismo día de su muerte para "apoderarse de una de sus tarjetas bancarias”. Después, fue a un cajero automático y retiró supuestamente 765 euros en efectivo de la cuenta de Ana María H.L.

No contento con el efectivo, horas más tarde -siempre según la Fiscalía-, Ricardo A.G. habría sido "sorprendido por un vecino del inmueble" donde habitaba la fallecida, "merodeando por las escaleras con unas llaves que poseía de la vivienda”.

Descubierto el engaño, ahora la Fiscalía acusa a Ricardo A.G. de cometer dos presuntos delitos de falsificación en documento mercantil en concurso con un delito de estafa y un delito adicional más de estafa, en todos los casos con la agravante de abuso de confianza, reclamando para él un total de diez años de cárcel y dos multas que suman 6.000 euros.