El cáncer de vejiga, con 21.694 casos, será uno de los tumores más diagnosticados a lo largo de 2023, por detrás del de colon y recto (42.721 nuevos casos), mama (35.001), pulmón (31.282), y próstata (29.002). Es la previsión de la Asociación Española de Oncología Médica (SEOM) para este año, elaborada en colaboración con la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y que han hecho pública con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Cáncer.

La incidencia del cáncer de vejiga es mayor entre los hombres y el riesgo aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 50-55 años. El factor de riesgo más importante es el tabaquismo, un hábito insano que provoca alrededor de la mitad de los tumores de vejiga, tanto en hombres como en mujeres.

Aunque es uno de los tumores que mayor supervivencia tiene a cinco años, ocupó el octavo lugar en 2021 del total de muertes por cáncer en 2021. La mayoría de los fallecidos fueron hombres, entre los que el cáncer de vejiga supone la quinta causa de muerte por una enfermedad oncológica.

Factores de riesgo

“Las personas que fuman tienen un riesgo 3,47 mayor de padecer cáncer de vejiga (un poco más del triple) que el de las que nunca fumaron. Los exfumadores tienen un riesgo 2,04 veces mayor (el doble). La disminución del riesgo en exfumadores demuestra la importancia de abandonar el hábito para reducir las posibilidades de desarrollar esta neoplasia”, asegura la doctora Carmen González Enguita, jefa del servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid. Añade que la “mortalidad específica por cáncer de vejiga es mayor en fumadores comparada con la de los exfumadores”.

El tabaco es un veneno con más de 250 sustancias tóxicas de índole carcinogénico que, para ser eliminadas, tienen que pasar por el riñón. “Muchas (más de 50) pueden dañar las células que tapizan el interior de la vía urinaria, provocando transformaciones celulares que derivan en cáncer”, explica la uróloga consultada. Las más conocidas son la nicotina, el monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes.

La especialista destaca la importancia de una ingesta adecuada de líquidos, en general para el buen funcionamiento de nuestros órganos, pero muy especialmente entre los fumadores. “Hablando de eliminar sustancias toxicas derivadas del tabaco y eliminadas por el riñón, adquiere mucho más valor la ingesta de agua abundante (más de 1,5l de agua al día) y vaciar la vejiga con frecuencia, es decir tener micciones frecuentes para disminuir el tiempo de exposición de las células del urotelio a estas sustancias toxicas”, enfatiza.

No sólo el tabaco, la exposición a determinadas sustancias químicas constituye otro factor de riesgo. “Las aminas aromáticas (bencidina y la beta-naftilamina), que se usan algunas veces en la industria de los colorantes o productos químicos, presentes en industrias de goma, cuero, textiles y productos para pinturas y la imprenta pueden causar cáncer de vejiga”, enfatiza la especialista. Trabajadores como pintores, peluqueros (por la utilización de colorantes de cabello), operarios de máquinas, tipógrafos y conductores de camiones (expuestos a los gases diesel), están entre las profesiones que cuentan con un riesgo añadido de padecer un tumor de este tipo.

Enfermedades como la extrofia vesical (una malformación congénita), infección crónica de vejiga, litiasis (formación de cálculos en el aparato urinario) no tratada o esquistosomiasis (infección por un tipo de parásito sanguíneo), entre otras, suponen asimismo factores de riesgo, al igual que estar en tratamiento con determinados fármacos de quimioterapia, como la ciclofosfamida. Todo ello puede provocar una irrigación de la vejiga y desencadenar una transformación celular cancerígena.

¿Es preocupante padecer un cáncer de vejiga?

"Claro que debemos preocuparnos ante un cáncer de vejiga porque si bien la supervivencia es alta en un determino grupo de pacientes, aquellos que clasificamos como CVNMI (carcinoma de vejiga no musculo infiltrante) (75%), en otros los CVMI (carcinoma de vejiga musculo infiltrante) la mortalidad es alta (50%).
Si bien los CVNMI (Carcinoma de Vejiga No Musculo Infiltrante) tienen un comportamiento menos agresivo, tiene alta tendencia a la recidiva, recurrencia y en un porcentaje no desdeñable a la progresión hacia el CVMI (Carcinoma de Vejiga Musculo Infiltrante)", subraya la especialista.

La posibilidad de que un carcinoma de vejiga no músculo infiltrante derive en otro más grave, "exige un rigor y una continuidad en la prevención de recurrencias y en estudios de seguimientos, que se prolongan durante muchos años, así como adquirir una serie de hábitos urológicos saludables (no fumar, evitar sustancias tóxicas, beber muchos líquidos, …). Todo esto conlleva a un número muy elevado de actuaciones en la atención urológica".
 

Síntomas del cáncer de vejiga

El indicativo más perceptible y sospechoso del cáncer de vejiga es hematuria o sangre en la orina de manera monosintomática, es decir, sin apreciar ningún otro síntoma añadido. Se trata de un sangrado muy llamativo a través de la orina que puede ir acompañado de coágulos.

“Por supuesto que puede haber casos de hematuria que no tienen nada que ver con el cáncer y si con otros procesos como son infección urinaria, inflamación, litiasis… pero ante toda hematuria es obligado pensar en primer lugar de un proceso neoplásico”, comenta la doctora, sobre todo en los casos en los que el paciente es un hombre mayor de 50 años, fumador o expuesto a determinadas sustancias químicas.

En paralelo puede haber otro tipo de síntomas no tan característicos, que son comunes a otras enfermedades urológicas como son la urgencia miccional, frecuencia elevada, ardor o quemazón uretral

Diagnóstico precoz y prevención

Lo más precoz es acudir al médico en el momento en que aparecen los síntomas anteriormente descritos, sobre todo, si hay sangrado en la orina. No existen programas de diagnóstico precoz del cáncer de vejiga ya que las asociaciones científicas no han visto utilidad en ninguna prueba de detección a la hora de reducir el riesgo de morir a consecuencia de esta enfermedad. Lo que sí se puede llegar a recomendar, aseguran los especialistas, son estudios rutinarios de personas de alto riesgo: varones mayores de 50-55 años, fumadores, personas expuestas a productos químicos, que padezcan infecciones crónicas de vejiga o una malformación congénita.

Las recomendaciones principales son no fumar y evitar el contacto con las sustancias químicas antes mencionadas. Si es necesario manipularlas, se debe hacer con la protección adecuada.

La prevención resulta más compleja en relación a los factores de edad, sexo o predisposición genética. Esta última, aclara la Dra. Carmen González, es muy poco frecuente. “En ocasiones varios miembros de la misma familia pueden tener cáncer de vejiga. Se cree que más que una determinación genética existe un factor común de exposición (tabaco, productos químicos). Posiblemente, estos miembros de la misma familia puedan compartir cambios en algunos genes (como GST y NAT) que hacen más difícil que el cuerpo descomponga ciertas toxinas, lo cual puede provocar que sean más propensos a padecer cáncer de vejiga”, explica.

Llevar una dieta equilibrada y saludable, rica en frutas y verduras frescas, supone un beneficio a la hora de prevenir cualquier enfermedad, incluido el cáncer de vejiga. Los antioxidantes presentes en las frutas y en las verduras pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer un tumor, aunque no hay ningún estudio concluyente que lo asocie al cáncer de vejiga.