La cistitis es una infección urinaria, muy frecuente entre las mujeres. De hecho, al menos una vez en la vida todas las mujeres la sufren y en uno de cada tres casos el episodio se repetirá. A pesar de que es una afección muy común, en la gran mayoría de las ocasiones no reviste gravedad, es decir, no provoca complicaciones ni es contagiosa.

Principales síntomas

Los síntomas de la cistitis suelen ser dolor o escozor al miccionar, aumento de la frecuencia y necesidad urgente de orinar, incluso teniendo la vejiga vacía, molestias pélvicas, dolor y sensación de presión en la parte inferior del abdomen, sangre en la orina, orina turbia y con fuerte olor.

"El dolor de la parte baja del abdomen relacionado con la vejiga se ve influenciado con su llenado o vaciado; si, además, se acompaña de síntomas miccionales, fundamentalmente de llenado o escozor, nos debe hacer pensar en la probabilidad de que se trate de una cistitis", asegura el Dr. José Emilio Hernández, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública sanitaria de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, estos síntomas no apuntan siempre a una infección urinaria ya que, según aclaró, “hasta el 30-40 por ciento de las mujeres en estas circunstancias tiene urocultivos negativos".

¿Cómo tratar la cistitis?

La bacteria Escherichia coli (E. Coli) es la más frecuente, pero la cistitis también puede estar provocada por otras enterobacterias (proteus, klebsiella, enterococo…), hongos e incluso virus. De ahí que sea imprescindible un diagnóstico adecuado. Debe evitarse la toma masiva de antibióticos. Solo se debe prescribir un tratamiento antibiótico cuando se confirma la presencia de bacterias a través de un cultivo en las pacientes con síntomas de cistitis. “No debemos olvidar que la bacteriuria asintomática, es decir, el urocultivo positivo en ausencia de síntomas, no requiere tratamiento antibiótico, salvo circunstancias muy concretas", precisa el Dr. Hernández.

Ante los primeros síntomas de infección urinaria se debe beber mucha agua y evitar tomar sustancias irritantes como café, té, alcohol, picantes o tabaco. En caso necesario se debe tomar un analgésico o un antiinflamatorio. Si a pesar de estas medidas persisten los síntomas, debe realizarse un urocultivo, y si este es positivo se recomendará la toma de antibióticos.

¿Por qué afecta más a las mujeres?

La cistitis afecta más a las mujeres porque su uretra es más corta (mide entre 3 y 4 cm frente a los 12-16 cm de la uretra masculina), y las bacterias pueden llegar con más facilidad a la vejiga desde la vagina o el ano, que se encuentran próximos a esta.

El Dr. Hernández recuerda, además, que existe una predisposición genética que aboca a determinadas personas a padecer cistitis recurrentes si hay ya casos en su familia. “Hay altas probabilidades de que esté relacionado con los defectos o cualidades nivel de la inmunidad celular" y, por lo tanto, de que la allegada también sufra este problema, subraya.

Mantener relaciones sexuales puede favorecer la infección de las vías urinarias, pero no es el único factor de riesgo, también influyen la falta de hidratación, orinar con poca frecuencia, padecer diabetes estreñimiento, diarrea o estrés, o estar en tratamiento por cáncer. Asimismo, durante el embarazo y la menopausia las mujeres están más predispuestas a padecer una cistitis.

Padecer una infección de este tipo, asegura el Dr. Hernández, “en torno a los 50 años está más relacionado con el declinar hormonal de los estrógenos; por ello estas pacientes se benefician significativamente reduciendo los episodios de infecciones con la administración tópica de estrógenos que producen cierto rejuvenecimiento genital". Además, existen vacunas que producen la estimulación de las propias defensas y que se pueden fabricar a partir de la orina de la paciente, o la administración de probióticos para ayudar a restablecer las bacterias óptimas.

Cómo prevenir la cistitis

Mantener una ingesta adecuada de líquidos, vaciar con frecuencia la vejiga y mantener una buena higiene son claves a la hora de prevenir una infección de orina. "Es recomendable orinar tras las relaciones sexuales, evitar la ropa interior ajustada, así como la higiene intensiva del área genital, que puede alterar los mecanismos de defensa naturales", recomienda el jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario General de Villalba.

En cuanto a la higiene femenina, es importante limpiar la zona genital desde delante hacia atrás para evitar arrastrar las bacterias desde el ano a la vagina y uretra Por otro lado, hacer ejercicio físico y mantener una dieta equilibrada y saludable ayudan a nuestro sistema inmunitario a dar respuesta adecuada a la presencia de bacterias.