El cáncer es la segunda causa de mortalidad en Europa y la primera entre los menores de 65 años. En España, más de 200.000 personas son diagnosticadas cada año. El número de incidencia de esta enfermedad aumenta debido al envejecimiento de la población. Para para 2030, se prevé en España el diagnóstico de un nuevo caso cada 1,8 minutos, y un fallecimiento cada 3,8 minutos. La mortalidad en algunos tipos de cáncer sigue siendo muy alta y las tasas globales de supervivencia a cinco años, por debajo del 60%, no mejoran con la suficiente celeridad.

Son algunos de los datos del informe "Comprometidos con la investigación en cáncer", el primero que se realiza de este tipo, gracias a la colaboración de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), La Fundación Bancaria "la Caixa", y la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA). Tras el análisis de la situación en nuestro país, reclaman de forma urgente aumentar y optimizar los esfuerzos en la prevención, la detección y el tratamiento del cáncer, reforzando la investigación científica y la innovación.

Reto: duplicar los fondos públicos para la investigación

Entre otras muchas cuestiones, el informe concluye que sólo será posible conseguir una supervivencia del 70% en cáncer en 2030 con una estrategia nacional en investigación. Esta estrategia comprendería, además un mayor apoyo a la innovación y mayor presencia del gasto público en ensayos clínicos, al menos duplicar la inversión para investigar el cáncer de aquí al 2030.

Tras la crisis, entre 2010 y 2016, el gasto público en I+D anual se redujo en 1.400 millones de euros lo que significa una reducción del 21% .En el mismo período, la inversión pública en investigar en cáncer en España se ha estancado, mientras que la financiación procedente de la filantropía ha aumentado un 178% y los fondos europeos un 46%. 

Récord en 2017

2017 ha sido el año que más dinero se ha destinado a investigar el cáncer en España con una cifra global -público, privado y europeo- de 140,3 millones de euros. El 76% de los ensayos clínicos realizados en España responde a las necesidades de la industria farmacéutica multinacional frente al 49% de Francia o al 56% de los Países Bajos.